tag:blogger.com,1999:blog-45035065505695704242024-02-19T22:33:35.570-08:00Locutorio paganoLa realidad siempre supera a la ficciónPaganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.comBlogger18125tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-61350537029410382572016-05-04T02:30:00.004-07:002016-05-04T02:30:50.797-07:00"Mi vida se acabó en Srebrenica" Muertas en vida<div class="headline">
<div class="ln" id="story-titulo">
<h1>
<a href="http://www.diariovasco.com/20081107/mundo/vida-acabo-srebrenica-20081107.html" target="_self">«Mi vida se acabó en Srebrenica»</a>
</h1>
</div>
</div>
<div class="subhead">
<div class="ln" id="story-subtitulo">
Los dos hijos de Hatidza, el de Hajra y los maridos de ambas fueron
asesinados en la matanza de 1995. Ellas luchan por que se haga justicia
<br />
</div>
</div>
<div class="date">
07.11.08 -
</div>
<div class="byline">
<div class="author">
<div class="name">
UNAI MARAÑA</div>
<div class="description">
| SAN SEBASTIÁN.</div>
</div>
</div>
<div class="OpcArt">
<div class="OpcArtB">
<br /></div>
</div>
<div class="text">
<div class="pbox">
<div class="photo">
<img alt="«Mi vida se acabó en Srebrenica»" height="142" src="http://www.diariovasco.com/prensa/noticias/200811/07/fotos/1909154.jpg" width="253" /><div class="photo-caption">
Hatidza Mehmedovic y Hajra Catic ofrecieron su testimonio en San Sebastián. /MICHELENA </div>
</div>
</div>
<div class="barhead">
<div class="ln" id="story-entradilla">
</div>
</div>
<div class="p" id="story-texto">
<div class="p">
<strong class="strong"> </strong></div>
<div class="p">
<strong class="strong">DV. </strong> «Miles de madres de Srebrenica, al
igual que yo, morimos en 1995. Mi vida se acabó. Ya sólo respiro. En vez
de ver crecer a mis hijos, pido a Dios encontrar sus restos. Todas las
felicidades se han acabado para mí», declara Hatidza Mehmedovic, y nada
en su expresión lo desmiente. Los dos hijos de Hatidza, su marido y
todos los varones de su familia fueron asesinados por los <i class="i">chetniks</i>
serbios en la matanza que comenzó el 11 de julio de 1995 en Srebrenica.
En apenas unos días, alrededor de 9.000 hombres fueron ejecutados.
Mehmedovic y Catic se acercaron ayer a San Sebastián para dar a conocer
su experiencia, de la mano de Idi Ezkerra y SOS Balcanes.
</div>
<div class="p">
Srebrenica es una pequeña localidad bosnia situada muy
cerca de la frontera con Serbia. En 1992, bandas paramilitares y «el
propio ejército ex yugoslavo» lanzaron una ofensiva sobre la región que
sólo resistieron tres localidades, entre ellas Srebrenica, que fue
cercada y sitiada. En 1993, la ONU la declaró zona segura y quedó bajo
la protección de los cascos azules. Los lugareños se sintieron a salvo,
pese a que la comunidad internacional les quitó sus armas. Pero los
tanques serbios seguían acechando. En julio de 1995, los chetniks
empezaron a intentar romper el anillo protector. El día 10, el hijo de
Hajra Catic advertía desde la radio local que si la comunidad
internacional no hacía algo, aquella sería su última crónica.
</div>
<div class="p">
El 11 de julio, el general serbio Mladic entró triunfal
en Srebrenica. «Ha llegado la hora de la venganza contra los turcos»,
anunció, en referencia a los musulmanes bosnios. Separaron a los hombres
de entre 12 y 60 años de sus familiares y cumplieron su amenaza.
</div>
<div class="p">
Pero los supervivientes no presenciaron el crimen, y se
aferraron a la esperanza como a un clavo ardiendo. Catic recuerda que,
cuando en el 96 y en el 97 empezaron a oír hablar de fosas comunes, no
lo podían creer. «Pero, con el tiempo nos dimos cuenta de la verdad»,
que quiebra su discurso para hacerla llorar.
</div>
<div class="p">
<strong class="strong">Ultraje a los muertos
</strong>
</div>
<div class="p">
Mehmedovic revivió el dolor de 1995 el 13 de noviembre de
2007. «Todo se volvió oscuro y no era consciente» de lo que le decían.
Habían encontrado el cuerpo de uno de sus hijos, pero no se podía saber
si era el mayor o el menor, porque fue enterrado sin ropa ni objetos
personales para impedir su identificación. Por el mismo motivo,
aparecieron restos de su marido en tres fosas distintas.
</div>
<div class="p">
Mehmedovic y Catic presiden las asociaciones Madres de
Srebrenica y Mujeres de Srebrenica, respectivamente. Luchan por
recuperar los cuerpos de sus seres queridos y por que se haga justicia.
Ven a diario a «muchos genocidas, muchos Karadzic, muchos Mladic» que
viven libres en su región. Algunos incluso son alcaldes. No están
satisfechas con el Tribunal de la Haya, por «la lentitud de sus procesos
y la levedad de sus condenas». Quieren poder enterrar a sus hijos y
maridos para rezar ahí. Entre sus oraciones, una para «que nunca, nadie,
cometa otra vez algo así». </div>
</div>
</div>
Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-57323169892431419922013-10-14T11:36:00.000-07:002013-10-14T11:49:08.509-07:00Democracia directa<div class="grouphead">
<div class="overhead">
<h4>
POLÍTICA</h4>
</div>
<div class="headline">
<div class="ln" id="story-titulo">
<h1>
<span style="font-size: x-large;"><a href="http://www.diariovasco.com/20081116/politica/democracia-hans-20081116.html" target="_self">La democracia de Hans</a></span>
</h1>
</div>
</div>
<div class="subhead">
<div class="ln" id="story-subtitulo">
Madrazo defiende la aplicación en Euskadi de los modelos de democracia directa y participación
ciudadana que ha conocido sobre el terreno en Suiza y la región italiana de la Toscana
</div>
</div>
</div>
<div class="date">
16.11.08 -
</div>
<div class="byline">
<div class="author">
<div class="name">
UNAI MARAÑA</div>
<div class="description">
| ENVIADO ESPECIAL ZURICH.</div>
</div>
</div>
<div class="OpcArt">
<div class="OpcArtB">
<br /></div>
</div>
<div class="text">
<div class="pbox">
<div id="fotovideo-1">
<div id="fotonoticia-1" name="fotonoticia">
<div class="photo">
<img alt="La democracia de Hans" height="275" src="http://www.diariovasco.com/prensa/noticias/200811/16/fotos/1979223.jpg" width="400" /><br />
<div class="photo-caption">
Guignard,
alcalde de Aarau, con Madrazo y Bilbao 'votan' en una urna del siglo
XIX. /M. DÍAZ DE RADA Varios agentes de policía en una calle peatonal de
Florencia. /MANUEL DÍAZ DE RADA </div>
</div>
</div>
</div>
<div class="enlacesgaleria">
<a class="boton" href="http://www.blogger.com/null">
</a><br />
<div class="clear">
</div>
</div>
</div>
<div class="barhead">
<div class="ln" id="story-entradilla">
</div>
</div>
<div class="p" id="story-texto">
<div class="p">
<b class="strong">DV. </b> Hans es uno de los 370.000
habitantes de Zurich, la principal ciudad de Suiza. El próximo día 30
tiene una cita con las urnas, como el resto de los 7.554.000 de
habitantes del país. En su municipio, Hans tendrá derecho a votar sobre
catorce cuestiones, cuatro de ellas comunes a toda la confederación.
Éste suizo medio votará a favor de que los delitos de pornografía
infantil no prescriban y de prolongar el tranvía hasta el zoológico,
adonde lleva de vez en cuando a sus hijos.
</div>
<div class="p">
Pensando en sus padres, que han trabajado toda la vida y
tienen problemas de salud, respaldará que se flexibilice la edad de
jubilación y la libre elección de medicamentos. El resto de las
cuestiones planteadas, sin embargo, no le entusiasman o no tiene una
opinión formada sobre ellas, así que se abstendrá. Ésta es la cuarta vez
este año que se pide su parecer sobre diversos temas, pero nunca se
cansa, y sólo conoce a una persona que admite pertenecer al 10% de
suizos que no vota nunca.
</div>
<div class="p">
Hans está orgulloso de ser suizo y el principal motivo,
como para el 70% de sus compatriotas, es su sistema político. Se
sorprende cuando conoce que en la Unión Europea, a la que Suiza no
pertenece, se suspendieron los referendums sobre la Constitución Europea
ante el riesgo de que no saliese aprobada tras el rechazo de Francia y
Holanda. Hans no dejaría que Bruselas decidiera asuntos importantes por
él.
</div>
<div class="p">
<b class="strong">Oposición ciudadana
</b>
</div>
<div class="p">
A lo largo de su vida, nuestro suizo medio ha firmado
varias iniciativas populares para enmendar la Constitución federal o
proponer leyes, proyectos que requieren 100.000 firmas en menos de 18
meses para poder ser votados por los ciudadanos. Los suizos también
pueden derogar leyes ratificadas por el Parlamento mediante referendums,
que se celebran si quienes se oponen reúnen 50.000 firmas en cien días.
</div>
<div class="p">
Además, las instituciones deben consultar a la ciudadanía
cualquier reforma constitucional, y los cantones o estados están
obligados a someter a votación popular las inversiones superiores a
determinadas cantidades.
</div>
<div class="p">
Zurich está gobernada por una coalición de conservadores,
cristiano demócratas y social demócratas. Las alianzas de amplio
espectro son muy comunes en el país helvético, donde la verdadera labor
opositora está en manos de los ciudadanos, a quienes no les importa
demasiado quién les gobierne.
</div>
<div class="p">
A Hans no le extraña que un ministro de un gobierno
regional de otro país europeo haya visitado recientemente el suyo para
conocer sobre el terreno su sistema político. En este caso, el dirigente
es el consejero de Vivienda y de Asuntos Sociales del Gobierno Vasco,
Javier Madrazo, que, junto con la directora de Participación Ciudadana,
Kontxi Bilbao, ha mantenido varias entrevistas esta semana con líderes
locales y con expertos en democracia directa en las ciudades suizas de
Aarau, Zurich y Berna, y en la capital de la región italiana de la
Toscana, Florencia.
</div>
<div class="p">
En Aarau, Madrazo y Bilbao se reunieron con el alcalde,
Marcel Guignard, y el jefe de la Administración Local, Martin
Gossweiler, quienes les mostraron una urna de madera del siglo XIX,
prueba palpable de la tradición de la democracia directa en Suiza.
</div>
<div class="p">
<b class="strong">«De, por y para el pueblo»
</b>
</div>
<div class="p">
Después, en el Centro para la Democracia de Aarau, el
consejero recordó que la democracia es el gobierno del pueblo, por el
pueblo y para el pueblo, «no de, por y para los partidos ni el capital».
Y por eso, Madrazo aspira a «democratizar la democracia» vasca tomando a
Suiza como modelo. Envidia que allí «no existe límite a la voluntad
popular» y que la sociedad civil es por ello «más activa, viva y
comprometida». Además, considera que la ciudadanía vasca «reivindica» la
democracia directa.
</div>
<div class="p">
De vuelta en Zurich, la delegación vasca visitó el museo
Cabaret Voltaire, dedicado al dadaísmo y activo centro cultural. Allí
conocieron, entre otros, al director del Centro para la Vida
Independiente de Zurich, Peter Wehrli.
</div>
<div class="p">
Este activista, en silla de ruedas, lucha por los
derechos de las personas discapacitadas en un país donde la
accesibilidad es una asignatura pendiente. Su organización ha promovido
dos referendums que ha perdido, en parte porque el Gobierno y algunos
medios de comunicación hicieron una campaña para poner en duda la
discapacidad de todos los demandantes. Aún así, Wehrli está satisfecho
con el sistema, por haber podido llevar el tema al debate social y
porque él también vota sobre otros asuntos.
</div>
<div class="p">
<b class="strong">Comienzo en la Toscana
</b>
</div>
<div class="p">
La siguiente etapa del viaje llevó a la delegación a
Florencia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por ser
cuna y ciudad-museo del arte renacentista. El Departamento de Vivienda y
Asuntos Sociales se acercó hasta la capital de la Toscana no por su
belleza, sino porque esta región italiana está dando sus primeros pasos
en la democracia deliberativa, un modelo que comparte con el suizo su
voluntad de escuchar a la ciudadanía.
</div>
<div class="p">
El consejero toscano de Reformas Institucionales y de
Relaciones con los Entes Locales, Agostino Fragai, y la Autoridad para
la Participación, Rodolfo Lewanski, expusieron a la delegación vasca el
potencial de la ley de referendums aprobada en la región en noviembre de
2007. Pero el principal instrumento en el que se basa el sistema
toscano es el debate público, que para Lewanski «ahorra tiempo» porque
se evitan vetos y recursos posteriores. La Autoridad ha recibido en
estos meses 35 solicitudes para abrir debates por parte de gobiernos
locales, ciudadanos, escuelas y empresas.
</div>
<div class="p">
Fragai, Madrazo y Lewanski convinieron en que las
fórmulas de democracia participativa pueden ser la respuesta a la
pérdida de confianza en la política y a la «pérdida de legitimidad» de
la democracia representativa, así como a los grandes retos a los que se
enfrenta Occidente, como la crisis económica.
</div>
<div class="p">
Madrazo es consciente de que no se puede hacer una
«traslación mimética» de los modelos suizo y toscano a Euskadi, pero
destacó que «sí podemos y debemos aprender mucho» de sus experiencias,
con las que el Gobierno Vasco ha acordado colaborar. De hecho, Fragai
desea crear una Fundación Europea de la Democracia Deliberativa y que el
Ejecutivo al que pertenece Madrazo participe.
</div>
<div class="p">
El consejero vasco mostró su intención de promover una
red de regiones europeas a favor de la participación ciudadana. Si
prospera y contribuye a hacer más participativa la democracia europea,
tal vez Hans vea con mejores ojos a la Unión Europea desde Suiza, donde
los resultados de los referendums se anuncian con la frase: «El soberano
ha decidido». </div>
</div>
</div>
Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-26872070883562064952013-10-09T05:31:00.000-07:002013-10-09T05:31:03.602-07:00"Una de cada cinco personas ha sufrido abusos sexuales en la infancia"<div class="headline">
<div class="ln" id="story-titulo">
<h1>
<span style="font-size: x-small;"> Entrevista publicada por EL DIARIO VASCO en 2009</span></h1>
<h1>
<a href="http://www.diariovasco.com/20081214/al-dia-sociedad/cada-cinco-personas-sufrido-20081214.html" target="_self">«Una de cada cinco personas ha sufrido abusos sexuales en la infancia»</a>
</h1>
</div>
</div>
<div class="subhead">
<div class="ln" id="story-subtitulo">
Su padre abusó de él y Joan, a través de sus libros, denuncia esta lacra oculta<br />
</div>
</div>
<div class="date">
</div>
<br /><div class="text">
<div class="pbox">
<div class="photo">
<img alt="«Una de cada cinco personas ha sufrido abusos sexuales en la infancia»" height="296" src="http://www.diariovasco.com/prensa/noticias/200812/14/fotos/2189318.jpg" width="253" /><div class="photo-caption">
Joan Montané, con el libro que presentó en Donostia. /USOZ </div>
</div>
<div class="separa">
</div>
<div class="link-app2" id="lead-apoyos">
<h2>
<div class="p">
<strong class="strong"></strong>
</div>
</h2>
<div class="related-link">
</div>
</div>
<div class="separa">
</div>
<div class="link-dld" id="lead-apoyos">
<div class="related-link">
<div class="p">
«El 60% de los abusadores de los niños pertenecen a la propia familia»</div>
<div class="p">
</div>
<div class="p">
«Hasta los 38 años no fui consciente de que mi padre abusó de mí de niño»</div>
<div class="p">
</div>
<div class="p">
«Estaba en crisis con mi mujer, le conté mi historia y ella me ayudó a superarlo»</div>
<div class="p">
</div>
<div class="p">
</div>
</div>
</div>
</div>
<div class="barhead">
<div class="ln" id="story-entradilla">
</div>
</div>
<div class="p" id="story-texto">
<div class="p">
Si está en la calle, mire a su alrededor. Una de cada
cinco personas que vea sufrió abusos sexuales en la infancia, según el
escritor barcelonés Joan Montané. Por lo que él y otros muchos
sostienen, los agresores tampoco andan lejos, y muy posiblemente usted
los trata a diario. ¿Debe cundir la desconfianza? «El enemigo está en
casa», advierte Montané, quien el viernes presentó en Donostia su libro <i class="i">Los niños que un día dejaron de soñar</i>, arropado por la asociación de víctimas guipuzcoana, GASJE.</div>
<div class="p">
<strong class="strong">- </strong><strong class="strong"> Asegura que una de cada cuatro mujeres y uno de cada cinco hombres han sufrido abusos sexuales en su infancia.</strong>
</div>
<div class="p">
- Las estadísticas siempre hay que tomarlas como una
referencia para hacernos una idea de la gravedad del abuso. Las más
manejadas arrojan que el 20% de la población ha sufrido abusos sexuales
antes de los 17 años, desde los más graves hasta tocamientos o
exhibicionismo.</div>
<div class="p">
<strong class="strong">- ¿</strong><strong class="strong">Cómo se calcula?</strong>
</div>
<div class="p">
- No soy un gran fan de las estadísticas en este sentido.
Te llevan a preguntarte quién responde a estas cuestiones. Normalmente
se toman sitios de referencia que a lo mejor no son del todo parciales.
El catedrático de Salamanca Félix López fue quien hizo los únicos
estudios oficiales en España hasta la fecha. Concluyó que el 15% de los
hombres y el 23% de las mujeres han sufrido abusos sexuales en su
infancia. La estadística se hizo en universidades y en toda España a
nivel representativo. Es el único estudio fiable y bien elaborado
realizado en el Estado.</div>
<div class="p">
<strong class="strong">- </strong><strong class="strong">¿Quiénes son los autores? Estas cifras nos llevan a preguntarnos si debemos desconfiar de nuestros allegados.</strong>
</div>
<div class="p">
- De pequeños, nos advierten contra los desconocidos,
pero no sobre los conocidos. Gracias al foro que administro, que usan
miles de víctimas, hice mis propias estadísticas. Pregunté por los
autores y participaron doscientas personas. Entre el 60 y el 70% de sus
abusadores habían sido familiares; los conocidos, personas del entorno
además de la propia familia, representaban más del 90%; sólo el 4 o el
5% de los agresores habían sido personas absolutamente ajenas, extrañas a
ellos. El enemigo está en casa, más que fuera.</div>
<div class="p">
<strong class="strong">- </strong><strong class="strong">Su padre abusó de usted durante años. ¿A qué edad comenzó su pesadilla?</strong>
</div>
<div class="p">
- Es una pregunta difícil de contestar cuando el abuso ha
sido intrafamiliar. Si hablamos de abusos externos que pueden suponer
un shock, un antes y un después en el niño, es más fácil precisar. En
los familiares, el agresor normalmente ya tiene una estrategia y lo
presenta como un juego a un niño pequeño que no sabe qué es un abuso
sexual. Para cuando tienes una edad en la que te das cuenta de que no es
normal, ya estás atrapado en esta situación. Yo tengo recuerdos de
haberlos sufrido a los seis o siete años, pero es muy probable que
empezaran antes.</div>
<div class="p">
<strong class="strong">- </strong><strong class="strong"> Su anterior libro se llama </strong><strong class="strong"><i class="i">Cuando estuvimos muertos</i></strong><strong class="strong">. ¿Esa frase describió su vida?</strong>
</div>
<div class="p">
- Sí, porque es una época en la que una parte de ti está
muerta. Cuando lo verbalizas y te enfrentas a ello, te das cuenta de que
antes estabas muerto.</div>
<div class="p">
<strong class="strong">- </strong><strong class="strong"> No fue consciente de los abusos sufridos hasta 2001, con 38 años. ¿Cómo llegó a esa consciencia?</strong>
</div>
<div class="p">
- Algunos no lo recuerdan, pero yo nunca lo olvidé,
porque fueron continuados y hasta una edad avanzada. Por más que la
mente se esfuerce en olvidar los hechos traumáticos, en mi caso no era
posible. Lo recordaba, pero nunca pensaba en ello. Es algo que escondes
en algún rincón de tu memoria, como en la papelera del ordenador. Sigue
ahí y te sigue afectando, hasta que un día salió.</div>
<div class="p">
<strong class="strong">- </strong><strong class="strong">¿Cómo salió?</strong>
</div>
<div class="p">
- De una manera imprevista, sin planearlo y sin ser
consciente del significado que tenía lo que decía. Se lo conté a mi
mujer cuando atravesábamos una crisis, debida a que los abusos me habían
generado muchas secuelas y problemas. La relación estaba a punto de
romperse. Un día, en una situación límite, se lo conté porque no veía
otra salida. Ella sí que se hizo cargo del problema y entendió su
gravedad, a mí me costó mucho más tiempo. Yo tenía una disociación tal
que no había asumido que toda mi vida había estado condicionada por lo
que sufrí en mi infancia. Fue un proceso de meses, en el que me ayudaron
un psicólogo y, sobre todo, una asociación similar a la guipuzcoana
GASJE.</div>
<div class="p">
<strong class="strong">- </strong><strong class="strong"> ¿Este trauma sólo se supera con el recuerdo?</strong>
</div>
<div class="p">
- Se empieza a superar con el hecho de verbalizarlo,
contarlo, sacarlo fuera, a cuanta más gente, mejor, y si te enfrentas al
agresor, todavía mejor. Es el camino.</div>
<div class="p">
<strong class="strong">- </strong><strong class="strong"> ¿Se enfrentó a su padre?</strong>
</div>
<div class="p">
- En cierta manera, sí. Fue mi mujer quien lo sacó a la
luz en mi familia y a todos, y a partir de ahí no me quedó más remedio
que enfrentarme a ello. Con mi padre, nos dijimos cuatro cosas y
cortamos la relación y nunca volví a tenerla. Hace poco, murió.</div>
<div class="p">
<strong class="strong">- </strong><strong class="strong"> De pequeño, ¿dejó usted de soñar, como los niños de su libro?</strong>
</div>
<div class="p">
- El primer libro era más vivencial, más testimonial y
personal. Éste es una recopilación de toda la experiencia que he tenido,
es más reflexivo, y está muy centrado en las secuelas. Te roban una
parte muy importante de ti. Te quitan que puedas descubrir la
sexualidad, que descubras muchas cosas, y también sueños.</div>
<div class="p">
<strong class="strong">- </strong><strong class="strong"> ¿Se puede reconocer a estos niños?</strong>
</div>
<div class="p">
- Sí hay indicadores que pueden levantar sospechas. Las
asociaciones tratan de formar a los profesionales en contacto con niños,
como profesores y pediatras, para que se fijen en ellos. Estas pistas
son, entre otros, los retrocesos evolutivos, como volver a orinarse en
la cama o un bajón en las notas; conductas muy sexualizadas, impropias
de la edad del menor; un niño que esté abusando de otro es un indicativo
clarísimo; y los trastornos alimenticios.</div>
<div class="p">
<strong class="strong">- </strong><strong class="strong">¿Cuáles son las principales secuelas psicológicas?</strong>
</div>
<div class="p">
- Baja autoestima, sentimiento de culpa (frases como 'yo
podría haber hecho algo para que no ocurriera'). Las adicciones son
comunes: alcohol o drogas, la comida, el juego. La anorexia, la bulimia
y las autolesiones son frecuentes.</div>
<div class="p">
<strong class="strong">- </strong><strong class="strong"> ¿Se rompen familias?</strong>
</div>
<div class="p">
-- Es el gran temor de quienes no hablan, pero contarlo
es la única manera de superarlo, y en cuanto a las consecuencias, que
cada cual asuma las suyas.</div>
</div>
</div>
Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-77089566124554493242013-10-03T04:21:00.000-07:002013-10-03T04:23:16.650-07:00Esperanza para África<div class="grouphead">
Publicado por EL DIARIO VASCO el 1 de diciembre de 2008.<br />
<div class="overhead">
<h4>
</h4>
<b>DIA MUNDIAL CONTRA EL SIDA</b></div>
<div class="headline">
<div class="ln" id="story-titulo">
<h1>
<a href="http://www.diariovasco.com/20081201/al-dia-local/donde-sida-significa-muerte-20081201.html" target="_self">Donde el sida significa muerte</a>
</h1>
</div>
</div>
<div class="subhead">
</div>
</div>
<div class="date">
</div>
<br />
<div class="text">
<div class="pbox">
<div class="photo">
<img alt="Donde el sida significa muerte" height="247" src="http://www.diariovasco.com/prensa/noticias/200812/01/fotos/2087940.jpg" width="253" /><br />
<div class="photo-caption">
La Fundación se ha implicado en proyectos para bloquear la transmisión del VIH de madres a hijos.</div>
<div class="photo-caption">
</div>
</div>
</div>
<div class="separa">
</div>
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El donostiarra José Luis de Barrueta nunca estuvo en África, pero legó</div>
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11 millones de euros para luchar contra la pandemia en este continente</div>
<div class="p">
</div>
<div class="p">
</div>
</div>
</div>
<div class="barhead">
<div class="ln" id="story-entradilla">
</div>
</div>
<div class="p" id="story-texto">
<div class="p">
<b class="strong"></b>El sida es una pandemia global, pero
es en África donde ha adquirido un carácter apocalíptico. Todas las
cifras son aproximaciones, no hay estadísticas continentales ni
estatales fiables. Para hacernos una idea del drama, en el suburbio de
Kibera, dentro de la capital de Kenia, Nairobi, se calcula que la mitad
de su millón de vecinos está infectado.</div>
<div class="p">
José Luis de Barrueta nunca estuvo en África y, sin
embargo, este donostiarra, fallecido en 2004 a los 91 años, legó parte
de su nada desdeñable patrimonio a combatir el sida en ese continente.
Médico de formación, nunca ejerció y se dedicó a administrar la fortuna
familiar. Su albacea, el notario honorario José María Segura, elogia
cómo supo multiplicarla.</div>
<div class="p">
Gracias a esa habilidad, la Fundación Barrueta, que
Segura preside, dispone de más de seis millones y medio de euros de los
once que el filántropo legó para combatir la pandemia en el continente
más castigado. El vicepresidente de la fundación es Pedro Arrambide,
activo misionero hondarribiarra. Patxi Izulain, como secretario, y Koldo
Muro completan el patronato. El coordinador sobre el terreno de todos
los proyectos es el economista canadiense Claude De La Chevrotiere.</div>
<div class="p">
Arrambide seleccionó una serie de proyectos que el resto
del patronato fue a conocer, primero a Eritrea y Etiopía en 2006, y el
año pasado a Kenia. Segura anima a hacer «el camino de África» como se
hace el de Santiago, porque el continente es «un vuelco del corazón». El
notario jubilado recuerda a los niños depauperados de Halhal, en
Eritrea. «Había un proyecto de alimentación. Acudieron las mujeres con
sus hijos, pero se los llevaron al descubrir que no había comida para
ellas, porque si las madres morían, qué iba a ser de los pequeños»,
lamenta.</div>
<div class="p">
También hay motivos para sonreír. Segura y Arrambide
recuerdan emocionados la alegría «inenarrable» de un grupo de cien
mujeres seropositivas en el barrio de Kasarani, en Nairobi, el año
pasado. Les acababan de comunicar que les iban a dar leche en polvo para
que alimentaran a sus bebés sin contagiarles a través de la lactancia.
Muchas de aquellas mujeres estaban embarazadas, y el verano pasado,
presentaron a sus bebés, libres de la infección, al misionero
hondarribiarra.</div>
<div class="p">
<b class="strong">Transmisión a los hijos </b>
</div>
<div class="p">
Precisamente, una de las prioridades de la fundación es
evitar la transmisión de madres a hijos. Para ello, hay que informar a
la madre, medicarla y evitar que dé de mamar. Segura y Arrambide
destacan además lo conseguido en el centro Cotolengo, en el barrio de
Karen, también en Nairobi, donde los bebés infectados por sus madres, si
reciben una alimentación adecuada antes de los cinco días, eliminan el
virus de sus cuerpos. Esta experiencia, financiada por Barrueta, es una
de las fuentes de información fundamentales para la investigación contra
el sida.</div>
<div class="p">
La fundación nunca se ha planteado el reparto de
preservativos «ni los han pedido», subraya Arrambide. Segura explica por
qué: «No son el tema. África es otro mundo». Primero, los hombres no
los iban a usar. Segundo, si el sida se extiende tan rápido es por la
prostitución y por las violaciones. En la aldea etíope de Mehalalu, los
hombres pidieron una capilla, pero ellas rogaron un molino porque «cada
vez» que salían a moler el grano, las violaban «a la ida y a la vuelta».
Esas agresiones son habituales en África, donde las mujeres recorren
largas distancias incluso para buscar agua.</div>
<div class="p">
Los otros tres frentes de Barrueta son los
antirretrovirales, el combate contra las enfermedades oportunistas y la
alimentación. Arrambide explica que hay mucho dinero para medicamentos
contra el VIH en África. Y desvela que «una de las pocas cosas buenas
que hizo Bush» fue crear un fondo para este fin de 15.000 millones de
dólares, que posteriormente el Congreso de EE UU renovó con 45.000 más.
Por ello, «los antirretrovirales salen gratis a muchos pacientes
africanos», pero si están mal alimentados, «hacen más mal que bien».</div>
<div class="p">
Barrueta prefiere financiar a instituciones religiosas
«porque dan garantía de continuidad y el coste de personal es mínimo».
Señalan que la Iglesia Católica lleva la cuarta parte de todas las
actividades contra el sida. Segura añade además que «los que más y mejor
trabajan en África son los religiosos».</div>
<div class="p">
El notario y Arrambide dan una larga lista de
congregaciones que llevan a cabo una labor impagable en Eritrea, Etiopía
y Nairobi, donde muchas personas, antes condenadas a muerte por el
virus, sobreviven gracias a ese trabajo abnegado y al testamento de un
donostiarra que supo convertir el dinero en vida.</div>
</div>
</div>
Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-33722180092894240642013-09-28T10:52:00.000-07:002013-09-28T10:55:16.070-07:00Gipuzkoa late con Etiopía<div class="doc">
<div class="story">
<div class="grouphead">
"Gipuzkoa late con Etiopía" y "La doble maldición de las mujeres etíopes" fueron publicados en 2008 por EL DIARIO VASCO. <br />
<div class="overhead">
<b class="strong"></b><br />
<h4>
<span style="font-size: small;"><b class="strong">COOPERACIÓN, </b><b class="strong">AYUDA VASCA EN ETIOPÍA </b></span>
</h4>
</div>
<div class="headline">
<div class="ln" id="story-titulo">
<h4>
<span style="font-size: x-large;"><a href="http://www.diariovasco.com/20080922/al-dia-local/gipuzkoa-late-etiopia-20080922.html" target="_self">Gipuzkoa late con Etiopía</a></span>
</h4>
</div>
</div>
<div class="subhead">
<div class="ln" id="story-subtitulo">
El país africano, clasificado en el
puesto 169 de 177 en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, se
beneficia de importantes ayudas vascas que permiten un desarrollo
autosuficiente</div>
</div>
</div>
<div class="date">
</div>
<div class="byline">
<div class="author">
<div class="name">
</div>
<div class="name">
UNAI MARAÑA</div>
<div class="description">
| ENVIADO ESPECIAL ADDIS ABEBA.</div>
</div>
</div>
<div class="OpcArt">
<div class="OpcArtB">
<br /></div>
</div>
<div class="text">
<div class="pbox">
<div id="fotovideo-1">
<div id="fotonoticia-1" name="fotonoticia">
<div class="photo">
<img alt="Gipuzkoa late con Etiopía" height="261" src="http://www.diariovasco.com/prensa/noticias/200809/22/fotos/1543883.jpg" width="400" /><br />
<div class="photo-caption">
Niños en la escuela de Mukeye. /MANUEL DÍAZ DE RADA</div>
</div>
</div>
</div>
<div class="enlacesgaleria">
<a class="boton" href="http://www.blogger.com/null">
</a><br />
<div class="clear">
</div>
</div>
</div>
<div class="barhead">
<div class="ln" id="story-entradilla">
</div>
</div>
<div class="p" id="story-texto">
<div class="p">
<b class="strong">DV. </b> El gran valle del Rift surca el
altiplano etíope de noreste a suroeste. Mientras la capital del país,
Addis Abeba, se encuentra a 2.500 metros de altura sobre el nivel del
mar, Meki, enclavada en la vasta depresión y capital del distrito de
Dugda Bora, está a 1.500. A dos horas en todoterreno por caminos
imposibles, intransitables cuando llueve, se sitúa la aldea de Mukeye,
en medio de la sabana donde crecen desperdigadas las acacias. Los prados
y los cultivos están verdes porque todavía no ha concluido la temporada
de lluvias. Dentro de unos meses, unos y otros se agostarán y el polvo
será el dueño del ambiente.</div>
<div class="p">
Los lugareños se han reunido formando un arco ante un
árbol solitario que sirve de punto de encuentro. Las mujeres, a un lado,
emiten el armonioso chillido tradicional africano que recuerda al <i class="i">irrintzi</i>;
los hombres, a su derecha, cantan y dan palmas. Homenajean a dos
extranjeros que han acudido desde un lejano país a más de 5.000
kilómetros de distancia para anunciarles un prodigioso regalo: la
construcción de un pozo, financiado con 65.000 euros por Cáritas
Gipuzkoa, que les evitará tener que caminar una media de entre tres y
cuatro horas para recoger agua.</div>
<div class="p">
«Es increíble que hayáis venido desde tan lejos para
ayudarnos. Vuestra llegada es como la de Dios», agradece el líder de la
comunidad al consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, y
al delegado de Cáritas Gipuzkoa, José Ramón Trebiño. Madrazo contesta
que, pese a la distancia, los vascos allí reunidos llevan Etiopía en el
corazón, y que es más lo que ellos nos dan que lo que reciben de
nosotros.</div>
<div class="p">
Etiopía está clasificada en el puesto 169 de 177 en el
Índice de Desarrollo Humano elaborado por el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD). El 60% de sus ochenta millones de
habitantes viven bajo el umbral de una pobreza mucho más severa que la
que conocemos en nuestro entorno. La mitad de la población padece
desnutrición y más de dos millones de personas se encuentran en
situación de inseguridad alimentaria crónica.</div>
<div class="p">
El hambre es una amenaza constante por la grave sequía
que afecta a gran parte del país, pero sobre todo porque la mayoría de
la población practica la agricultura de subsistencia con técnicas
arcaicas, medievales, en campos sin irrigación y por tanto dependientes
de las lluvias. Algunas zonas del país podrían ser el granero del resto,
pero el subdesarrollo del sector agrario lo impide. En el país donde
nace el Nilo Azul, el agua no escasea pero está desaprovechada. El 70%
de la población no tiene acceso al agua potable.</div>
<div class="p">
Los habitantes del campo cuentan por lo menos con una red
social de apoyo de la que carecen los pobres de entre los pobres de
Addis Abeba, primera etapa de la expedición organizada por la consejería
de Vivienda y Asuntos Sociales. Madrazo, impresionado por tanta
miseria, anunció en la capital su intención de que el 25% de los fondos
destinados a la cooperación por el Gobierno Vasco vayan a parar a
África, continente con el que el primer mundo «tiene una deuda». «Se
trata de salvar millones de vidas», advirtió.</div>
<div class="p">
<b class="strong">Misionero</b>
</div>
<div class="p">
El hondarribiarra Pedro Arrambide, Premio al Cooperante
Vasco 2006 y hermano de La Salle, recibió en Addis Abeba a la delegación
vasca y la acompañó durante todo su viaje. Arrambide fue expulsado el
año pasado de Eritrea, donde llevaba desde 1998. Un revés de los que
alimentan «la gran tentación: perder la esperanza». El misionero no
puede evitar en ocasiones la sensación de que los proyectos de
desarrollo son «como dar aspirinas a un enfermo de cáncer», pero a sus
67 años no ceja en el empeño.</div>
<div class="p">
Una de las prioridades del Gobierno Vasco en África es la
sanidad. Asuntos Sociales ha destinado 176.899 euros para ampliar el
hospital de Adigrat, en la región norteña de Tigray, con un pabellón
para tuberculosos y un área de maternidad y ginecología. La iniciativa
ha sido promovida por Medicus Mundi Gipuzkoa y pretende atender a 500
enfermos de tuberculosis y a 3.000 mujeres en ginecología y partos al
año.</div>
<div class="p">
El de Adigrat es el hospital de referencia para un millón
de personas, pero sólo cuenta con cinco médicos y tiene capacidad para
poco más de cien pacientes. Desde hace poco, se ha visto obligado a
cobrar a los pacientes una cantidad pequeña pero imposible de sufragar
para el 80% de la población de la zona, que carece de ingresos. Es por
ello que Arrambide teme que la inversión realizada haya caído en saco
roto.</div>
<div class="p">
Wucro se encuentra también en Tigray. En esta ciudad de
35.000 habitantes, el Gobierno Vasco ha financiado con 215.000 euros un
proyecto de abastecimiento de agua de la Asociación de Ingenieros para
la Cooperación. Comprende un pozo que surte a cuatro depósitos de un
total de 400.000 litros de capacidad y pretende ampliar la precaria red
de suministro.</div>
<div class="p">
Meki se encuentra a 135 kilómetros al sur de Addis Abeba.
Es la sede del Vicariato Apostólico de Meki, una de las diez diócesis
de la minoritaria Iglesia Católica en Etiopía, donde los coptos son el
60% de la población y los musulmanes el 30%. La Escuela Católica de Meki
es la única en 60 kilómetros a la redonda que imparte todos los cursos
del sistema educativo etíope hasta la universidad. Allí estudian
Wondwosen y Geremew, de 13 años, que con los ojos brillantes de ilusión
afirman que de mayores quieren ser científicos para descubrir la vacuna
del sida.</div>
<div class="p">
La escuela es deficitaria, y será financiada, como los
demás proyectos del Vicariato, con los ingresos obtenidos gracias al
centro de formación y producción agrícola coordinado por el hermano de
La Salle Amilcare Bocuccia en la cercana aldea de Abono Gebriel, a la
orilla del lago Zwai. La granja echó a andar en enero, financiada con
250.000 euros de Cáritas Gipuzkoa, 150.000 de Cáritas España y 600.000
del Gobierno Vasco, que va a aportar otros tantos para la segunda fase.</div>
<div class="p">
<b class="strong">Autosuficiencia</b>
</div>
<div class="p">
Las 30 hectáreas de cultivos de maíz, vid, papaya, fresa y
mango transmiten esperanza. El proyecto aspira a la autosuficiencia y
se basa en el principio de no dar peces al pobre, sino enseñarle a
pescar. Se espera que los campesinos que trabajen en la granja apliquen
lo aprendido en sus propias tierras, para lo que se les concederá
microcréditos para comprar semillas, abono y herramientas.</div>
<div class="p">
En Weyo Serity, también cerca de Meki, se levanta un
almacén gestionado por una cooperativa que compra el grano a los
campesinos a un precio justo. Se construyó con las donaciones de Cáritas
Austria y Cáritas España, y ha permitido que la sociedad que lo
administra haya atesorado un millón de euros. El depósito y la granja de
Meki son muestras de que, con una pequeña inversión inicial, los
africanos pueden ser autosuficientes y protagonistas de su desarrollo.
Como le dijo Javier Madrazo a un estudiante de Meki, el futuro de
Etiopia está en sus manos. </div>
</div>
</div>
<div class="extra">
</div>
</div>
</div>
Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-78759060647634628512013-09-25T09:13:00.003-07:002013-09-25T09:13:25.716-07:00Doble maldición<div class="doc">
<div class="story">
<div class="grouphead">
<div class="overhead">
<h4>
MUNDO</h4>
</div>
<div class="headline">
<div class="ln" id="story-titulo">
<h1>
<a href="http://www.diariovasco.com/20080928/mundo/doble-maldicion-mujeres-etiopes-20080928.html" target="_self">La doble maldición de las mujeres etíopes</a>
</h1>
</div>
</div>
<div class="subhead">
<div class="ln" id="story-subtitulo">
Las féminas sufren la ablación, violaciones, raptos
y matrimonios forzosos y realizan el trabajo más duro
<br />
</div>
</div>
</div>
<div class="date">
<br /></div>
<div class="byline">
<div class="author">
<div class="name">
UNAI MARAÑA</div>
<div class="description">
| ENVIADO ESPECIAL ADDIS ABEBA.</div>
</div>
</div>
<div class="OpcArt">
<div class="OpcArtB">
<br /></div>
</div>
<div class="text">
<div class="pbox">
<div class="photo">
<img alt="La doble maldición de las mujeres etíopes" height="377" src="http://www.diariovasco.com/prensa/noticias/200809/28/fotos/1597479.jpg" width="253" /><div class="photo-caption">
Tres mujeres etíopes de la zona de Meki. /M. DÍAZ DE RADA</div>
<div class="photo-caption">
</div>
</div>
</div>
<div class="barhead">
<div class="ln" id="story-entradilla">
</div>
</div>
<div class="p" id="story-texto">
<div class="p">
<strong class="strong">DV.</strong> La vida en Etiopía consiste en un
ejercicio de supervivencia. A la dificultad de lograr el sustento, se
suman las pésimas condiciones de higiene y sanitarias, en un país donde
cada día mueren 350 personas infectadas por el sida y 370 lo contraen.
Este Estado africano se encuentra en el puesto 169 de 177 en el Índice
de Desarrollo Humano elaborado por la ONU. Y si nacer en Etiopía es una
desgracia, hacerlo como mujer es una maldición.
</div>
<div class="p">
Por las calles de la capital, Addis Abeba, llaman la
atención los chadores que sólo dejan ver los ojos de las mujeres y que
proliferan en los barrios somalíes. Pero el sometimiento de la mujer, en
Etiopía, no entiende de religiones y se da tanto en ese 30% musulmán
de la población como entre la mayoría cristiana.
</div>
<div class="p">
Más de tres cuartas partes de las púberes son sometidas a
la mutilación genital, una práctica ancestral muy arraigada en 28
países africanos. Las lesiones pueden causar la muerte, dolor crónico,
infecciones, desorden post-traumático, complicaciones en el parto.
Además de lo que persiguen: restringir el deseo sexual.
</div>
<div class="p">
El Gobierno etíope ha prohibido la ablación y la castiga
con hasta diez años de cárcel. Haile Amdeslassie, guía turístico,
considera que el rito es ya imposible en las ciudades, especialmente en
Addis Abeba, aunque admite que la protección de la Administración no es
tan efectiva en las zonas rurales.
</div>
<div class="p">
Los etíopes consideran a sus mujeres como un mero objeto
sexual, según el misionero vasco Pedro Arrambide. Cuando las niñas
crecen, «las violan, las secuestran, las venden o las casan con un
viejo», denuncia. Las violaciones las exponen al sida, como también la
prostitución, muy extendida. </div>
<div class="p">
Una buena muestra de la juventud con la que las etíopes
son casadas, violadas o se ven obligadas a prostituirse la encontramos
en las calles de Addis Abeba, donde abordan a los turistas niñas con un
bebé a cuestas y un magro pecho adolescente al aire para evidenciar que
la criatura no es su hermano pequeño.
</div>
<div class="p">
Muchas de las niñas que acuden a la escuela de la misión
Saint Mary, en Wucro, en la región norteña de Tigray, se tienen que
prostituir para poder estudiar. Su director, el padre Ángel Olaran,
explica que el año pasado 153 niñas acabaron sus abortos en el hospital,
dando a entender que fueron muchas más las que se sometieron a
interrupciones del embarazo con medios rudimentarios que no precisaron
atención médica posterior.
</div>
<div class="p">
Es común que casen a las niñas a los trece o catorce
años, aunque la edad mínima legal son los quince. Si se obliga a
contraer matrimonio a una chica menor, sus progenitores o el marido se
ven expuestos a penas de cárcel. Pero una vez más, la cruda realidad
desborda los cauces que marca la ley.
</div>
<div class="p">
En las comunidades tradicionales, las mujeres están
sometidas a sus maridos, quienes toman todas las decisiones. Su acceso a
la tierra y la participación en las organizaciones y reuniones de la
comunidad también dependen del cabeza de familia masculino.
</div>
<div class="p">
<strong class="strong">Esfuerzo
</strong>
</div>
<div class="p">
Se espera de ellas que hagan todo el trabajo que rechazan
los hombres, quienes en el campo se limitan a las tareas agrícolas, con
la ayuda, eso sí, de sus esposas, madres e hijas. Las mujeres recorren
largas distancias a pie para recoger agua y leña, llevar los productos
al mercado o el grano a moler, incluso cuando están embarazadas. Esos
interminables recorridos las exponen aún más al riesgo de ser violadas o
secuestradas.
</div>
<div class="p">
Recaen sobre ellas las tareas domésticas y el cuidado de
los pequeños, los ancianos y los enfermos. Según un estudio de UNICEF,
la mujer que vive en el campo trabaja una media de entre 15 y 18 horas
diarias, y es responsable de más de la mitad de la producción agrícola
de subsistencia.
</div>
<div class="p">
Pero si mayor es la carga que pesa sobre ellas, también
es superior su responsabilidad como virtud. Quienes trabajan en
proyectos de cooperación y conceden micro-créditos en Etiopía se centran
en las mujeres porque los hombres «se gastan el dinero en alcohol»,
critica Arrambide.
</div>
<div class="p">
En las familias con pocos recursos, los chicos tienen
prioridad para ir a la escuela. No obstante, en la Escuela Católica de
Meki, a 135 kilómetros al sureste de Addis Abeba, el porcentaje de niñas
en los primeros cursos se acerca al de niños. En cambio, el número de
chicas que estudia secundaria es la mitad que el de ellos, y en los dos
cursos preuniversitarios se reduce a un tercio por la temprana edad en
la que ellas se convierten en madres o esposas.
</div>
<div class="p">
Pero si logran acceder a la universidad, se ven
catapultadas a la vida moderna y profesional. El Gobierno etíope está
impulsando la educación superior e incluso mantiene a los universitarios
mientras cursan sus estudios. Para ellas supone superar la doble
maldición de ser mujer y etíope. </div>
</div>
</div>
<div class="extra">
</div>
</div>
</div>
Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-19406080921043156882013-09-25T08:48:00.001-07:002013-09-25T08:51:44.311-07:00Un arcoiris de Euskadi a Guatemala<div class="doc">
<div class="story">
<div class="grouphead">
<div class="overhead">
<h4>
</h4>
<h4>
</h4>
</div>
<div class="headline">
<div class="ln" id="story-titulo">
<h1>
<a href="http://www.diariovasco.com/20090112/al-dia-sociedad/pintando-sonrisas-atitlan-20090112.html" target="_self">Pintando sonrisas en Atitlán</a>
</h1>
</div>
</div>
<div class="subhead">
<div class="ln" id="story-subtitulo">
Seis jóvenes vascos y tres amigos desarrollaron unos talleres
de arte en la escuela guatemalteca de La Cambalacha, a orillas del lago Atitlán
</div>
</div>
</div>
<br />
<div class="text">
<div class="pbox">
<div id="fotovideo-1">
<div id="fotonoticia-1" name="fotonoticia">
<div class="enlacesgaleria">
<img alt="Pintando sonrisas en Atitlán" height="263" src="http://www.diariovasco.com/prensa/noticias/200901/12/fotos/2378529.jpg" width="400" /><br />
<div class="clear">
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
<div class="barhead">
<div class="ln" id="story-entradilla">
</div>
</div>
<div class="p" id="story-texto">
<div class="p">
<b class="strong">DV. </b> Érase una vez un enorme volcán en
lo que hoy es Guatemala. La gigantesca montaña de fuego explotó y las
rocas salieron despedidas en todas direcciones, llegando incluso hasta
Texas (EE UU). El descomunal cráter se llenó de agua, y ahora se llama
lago Atitlán. Alrededor, los indios mayas que hablan cakchikel y
tzutuhil establecieron sus hogares al pie de los volcanes. Plantaban
maíz y lo asaban en fuegos que ahuyentaban a los jaguares. Hasta que
llegaron unos hombres blancos que los esclavizaron y se quedaron la
tierra durante casi quinientos años. Por eso hubo una guerra que duró
tres décadas y en la que murieron muchos indios cuyos descendientes
siguieron oprimidos. En los pueblos alrededor del lago, que ahora tenían
nombres de apóstoles, los niños mayas crecían tristes, creían que no
valían nada, y los padres de muchos de ellos bebían y les pegaban, como a
sus madres, mientras los mayores les decían que todo era pecado.
</div>
<div class="p">
Hasta que llegó una chica llamada Gabriela y les
convirtió en los Niños Arco iris, los Jóvenes Arco iris y el Ejército
del Arte, y les enseñó juegos nuevos, que eran especiales porque les
permitían crear cosas maravillosas. Entonces, los pequeños mayas
levantaron la mirada del suelo y divisaron en el horizonte la esperanza.
</div>
<div class="p">
Siguen siendo pobres, las tierras no son suyas y sus
padres todavía beben y miran al suelo, pero cada vez más miradas les
siguen cuando llenan de color, música e ilusión las calles que durante
quinientos años fueron tristes y donde ahora florecen sonrisas y brota
el orgullo.
</div>
<div class="p">
Durante el año pasado, seis jóvenes vascos, una catalana,
un australiano y una británica, todos artistas, saltaron el océano en
avión para enseñar en la escuela de Gabriela, La Cambalacha, en San
Marcos La Laguna. David Aguilar, Mikel Etxandi, Lydia Iratxeta, Itxaso y
Saioa Iribarren, Pello Gutiérrez, Eva López, Rebecca Wilkinson y Jesse
Sullivan, apoyados por Banda Bat y Mikelazulo, fueron durante dos meses
monitores en talleres de animación, títeres, recursos web, inglés,
educación ambiental, pintura, movimiento y gesto, sonido.
</div>
<div class="p">
Los jóvenes artistas encontraron allí a unos niños «muy
agradecidos», disciplinados y responsables, a quienes cuesta «bastante»
expresarse por siglos de educación represiva y los traumas del maltrato,
la pobreza y la guerra, más que por el idioma, ya que aprenden
castellano en las escuelas normales a las que van por las mañanas. La
Cambalacha también visita esos colegios, y los maestros, antes
recelosos, ahora lo agradecen porque ven que los niños están más
motivados tras los talleres artísticos.
</div>
<div class="p">
<b class="strong">Valores
</b>
</div>
<div class="p">
La escuela de Gabriela Cordón enseña a los niños valores,
les enseña a expresarse, y desarrolla su personalidad para que tengan
seguridad en sí mismos. Todo a través del arte. «Ha cambiado mi vida»,
asegura Gaspar. Pertenece al Ejército del Arte, como el resto de los
mayores, «auténticos profesionales», según los voluntarios vascos. Dos
han sido contratados en el hospital de San Pedro para hacer de payasos
«toda la temporada», y otros nueve también cobrarán por impartir
educación sexual en los pueblos a través del Proyecto Payaso. Los
alumnos que concluyen sus estudios en La Cambalacha reciben además un
título del Ministerio de Educación guatemalteco.
</div>
<div class="p">
<b class="strong">Fiesta de despedida
</b>
</div>
<div class="p">
Cuando los nueve jóvenes artistas extranjeros se tenían
que marchar, La Cambalacha les ofreció una fiesta de despedida en la que
Api hizo su espectáculo de <i class="i">clown;</i> Gaspar rapeó; Moisés
bailó el kung fu-hip hop; Angélica y Santos contaron las leyendas que
habían recopilado; Juanita presentó su encuesta sobre temas sociales;
Diego dirigió a la comparsa en la ejecución de la canción que él había
compuesto; Giovanni recitó un monólogo; Manasés, sus poemas; y los niños
representaron una obra teatral. David, Lydia, Pello y los demás
volvieron con la mochila cargada de recuerdos, experiencias y lecciones.
Y regresaron con el corazón más grande. Tanto, que dejaron allí un
pedacito.
</div>
<div class="p">
La Cambalacha sigue allí, en San Marcos la Laguna, y el
mapa para llegar está en un sitio mágico que está en todas partes y en
ninguna a la vez y que se llama internet: <i class="i">www.lacambalacha.org</i>.
Los nueve jóvenes artistas piensan volver, aunque antes de poder
planearlo tienen que reponer sus cuentas del esfuerzo económico que han
realizado. Pero la que de verdad necesita ayuda económica es la propia
escuela, porque con ilusión e imaginación no basta, ni siquiera allí.
</div>
<div class="p">
Esto no es un cuento, no tiene final. El destino siempre
está un paso más adelante, más allá del arco iris que une Euskadi con el
lago Atitlán. </div>
</div>
</div>
<div class="extra">
</div>
</div>
</div>
Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-74871019898011666942013-09-25T08:40:00.002-07:002013-09-25T08:40:35.497-07:00Sueños de niños de Tánger<b>Reportaje publicado por EL DIARIO VASCO</b><br /><div id="articulo">
<div class="doc">
<div class="story">
<div class="grouphead">
<div class="overhead">
<h4>
AL DÍA LOCAL</h4>
</div>
<div class="headline">
<div class="ln" id="story-titulo">
<h1>
<a href="http://www.diariovasco.com/20090630/al-dia-local/suenos-cumplir-tanger-20090630.html" target="_self">Sueños que cumplir en Tánger</a>
</h1>
</div>
</div>
<div class="subhead">
<div class="ln" id="story-subtitulo">
<div class="p">
La asociación Sueños de Niños y Jóvenes trabaja por
un futuro para cientos de menores marroquíes</div>
</div>
</div>
</div>
<div class="date">
</div>
<br /><div class="text">
<div class="pbox">
<div class="photo" id="foto-9.2.2135091399">
<img alt="Sueños que cumplir en Tánger" height="275" src="http://www.diariovasco.com/prensa/noticias/200906/30/fotos/3704498.jpg" width="400" /><div class="photo-caption">
Ilargi Mayor y Mohcine Hammane, promotores de la asociación Sueños de Niños y Jóvenes. /MICHELENA </div>
<div class="photo-caption">
</div>
</div>
<div class="separa">
</div>
<div class="link-dld" id="lead-apoyos">
<div class="related-link">
<div class="p">
«En las largas noches sobre el asfalto, muchos hallan evasión en el disolvente» </div>
<div class="p">
</div>
<div class="p">
«Una vez aquí, descubren que no se les permite trabajar. Y no pocos delinquen»</div>
<div class="p">
</div>
</div>
</div>
</div>
<div class="barhead">
<div class="ln" id="story-entradilla">
</div>
</div>
<div class="p" id="story-texto">
<div class="p">
Hay que vivir una situación muy desesperada para huir de
tu país agarrado a los bajos de un camión. Para cambiar eso, la
asociación Sueños de Niños y Jóvenes de Tánger trabaja con 300 menores
de uno a 17 años de edad en Bir Chifa, un barrio marginal de la ciudad
marroquí. Su objetivo es que tengan un futuro sin salir de allí. Tratan
de prevenir mediante la educación que abandonen la escuela y acaben en
la calle, que conduce a «la mayoría» al puerto. Son diez voluntarios,
entre ellos los educadores sociales Mohcine Hammane e Ilargi Mayor.
</div>
<div class="p">
La pareja lleva seis meses en Pamplona, la ciudad de
Ilargi, y vinieron a Donostia para contar su experiencia en los
Encuentros Interculturales que organiza la asociación socio-cultural
local Banda Bat.
</div>
<div class="p">
Pero es como si Mohcine estuviera en Tánger. «Hablamos de este tema y mi cabeza se va allí», comenta apesadumbrado.
</div>
<div class="p">
Bir Chifa es el origen de muchos de los menores acogidos
por la Diputación. Mohcine lo descubrió en el puerto de Tánger, donde
trabajó más de siete años con los niños y adolescentes que no ven la
hora de emigrar. Jóvenes que se esconden bajo los camiones o nadan hasta
los barcos, y de los que demasiados mueren bajo las ruedas de los
transportes o en el mar.
</div>
<div class="p">
Por eso, hace ya casi tres años, Mohcine y algunos
compañeros decidieron intervenir en el foco del problema, en Bir Chifa,
donde más de la mitad de las familias, de nueve personas de media, viven
con menos de 200 euros al mes. Un estudio sobre 800 familias les
confirmó además que el 67% de los menores abandonan los estudios. Dejan
clases abarrotadas, con «hasta cincuenta alumnos», donde unos profesores
desbordados, y que en demasiadas ocasiones les han «castigado física y
psicológicamente», no les echarán de menos. La mayoría de los padres son
inmigrantes del campo, analfabetos que no dan mucha importancia al
hecho, y que incluso empujan a sus hijos a que trabajen, sin importarles
echarlos a la calle hasta que no vuelvan con una fuente de ingresos. En
las largas noches sobre el asfalto, muchos hallan evasión y calor en el
disolvente que inhalan.
</div>
<div class="p">
Tánger sufre mucho paro. Los niños apenas encuentran
trabajo como ayudantes en los mercados. Por eso emigran tantos aquí,
primero al Estado y después a Euskadi, conocida por ofrecer más empleo y
mejores ayudas sociales. Una vez aquí, descubren que no se les permite
trabajar. No son pocos los que, entonces, delinquen, y su comportamiento
se convierte en la mayor queja de sus educadores. Mohcine advierte de
que vienen aquí «tras muchos años en la calle». Opina que los monitores
vascos no conocen bien ese origen. Les invita a que hagan «un mayor
esfuerzo por conocerlos, por adentrarse en su cultura, por saber de
dónde han salido».
</div>
<div class="p">
<strong class="strong">«Que puedan ser niños»
</strong>
</div>
<div class="p">
Los menores de Bir Chifa «sueñan con tener una vida
mejor, con disponer de oportunidades», expone Mohcine. Pero también da
importancia a que «los niños puedan ser niños». En el local de diez
metros cuadrados que tiene alquilado Sueños, encuentran un espacio que
«sienten como propio y donde pueden ser ellos mismos». La asociación
trabaja allí con ellos y esporádicamente en las escuelas, así como con
treinta madres, «pero es muy difícil acceder a la mujer en Marruecos».
Con los padres y abuelos resulta más fácil.
</div>
<div class="p">
Inculcan a los niños de Bir Chifa valores y principios,
les enseñan sus derechos pero también sus obligaciones, y les dan
recursos a través de la educación. La pequeña suma que reciben de
donantes foráneos es para pagar el alquiler del local, aunque también
reciben material. Con más dinero, podrían llegar a más niños, centrarse
en ellos, disponer de más medios y un local mayor. Banda Bat ha
solicitado una subvención al Ayuntamiento de San Sebastián para Sueños.
Pero Mohcine e Ilargi confían en que, con el tiempo, no tengan que
depender de la ayuda externa y el proyecto crezca «por sí mismo. Ojalá
estemos formando a los educadores del futuro».
</div>
<div class="p">
Ilargi se sumó al proyecto hace casi dos años, en el
verano de 2007, poco antes de que la asociación se constituyera como
tal. Ella y Mohcine esperan una niña para agosto que se llamará Aisa.
Nacerá aquí, pero la criarán en Tánger. Esperan que, cuando crezca, si
viene a Euskadi, que no sea porque no puede hacer sus sueños realidad al
otro lado del estrecho. </div>
</div>
</div>
<div class="extra">
</div>
</div>
</div>
</div>
Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-25075223356236107022013-03-04T11:33:00.002-08:002013-03-05T00:44:42.726-08:00DCA por accidente de tráfico<div class="headline">
26.10.09 -
<a href="http://www.diariovasco.com/" target="_blank">EL DIARIO VASCO</a></div>
<h1 class="headline">
<a href="http://www.diariovasco.com/20091026/al-dia-local/jugar-reir-luchar-para-20091026.html" target="_self">Jugar, reír y luchar para superarse</a>
</h1>
<h2 class="subhead">
Los usuarios de Aita Menni de Donostia combaten
contra sus lesiones cerebrales. Celebran el día reivindicativo de hoy
compitiendo contra sus amigos de Bilbao
<br />
</h2>
<span class="contenido_form_articulo" id="form-articulo-top"></span><br />
<div class="art_barra">
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</div>
</div>
<span class="contenido_form_articulo" id="form-articulo-top">
</span>
<br />
<div class="colAB_articulo">
<div class="text">
<div class="barhead">
<div class="ln" id="story-entradilla">
</div>
</div>
<div class="p" id="story-texto">
<div class="p">
<b class="strong">DV. </b>«Si me caigo, lo más lejos es el
suelo», bromea el donostiarra Oskar Redondo, de 31 años, con su
excepcional sentido del humor. Una charla con él hace olvidar su
diagnóstico: alteraciones conductuales, del lenguaje, de memoria y
físicas. Necesita una silla de ruedas para andar por la calle, pero en
interiores, anda con muleta. La causa, un golpe en la cabeza en un
accidente de tráfico, hace ya doce años. «Y cuantos más años pasen,
mejor».
</div>
<div class="p">
El traumatismo craneoencefálico es una de las causas
principales de Daño Cerebral Adquirido, el nombre que recibe la lesión
en personas previamente sanas del órgano más importante del cuerpo y que
coordina todos los demás. La otra son los ataques cerebrales o ictus,
primera causa de muerte entre las mujeres y segunda en los hombres.
</div>
<div class="p">
Muchas personas sobreviven a esos episodios con secuelas
que varían según la zona del cerebro dañada. Puede afectar a la
movilidad, los sentidos, la comunicación, la inteligencia, la atención,
la memoria, las emociones y la conducta. El epidemiólogo Javier Mar ha
calculado que alrededor de 11.000 vascos sufren discapacidad en la
actualidad por el DCA.
</div>
<div class="p">
Oskar es usuario del Centro de Día para personas con Daño
Cerebral Adquirido que la fundación Aita Menni gestiona en Donostia
desde 2002, como Félix y David, que se lo pasan fenomenal jugando al
Boccia. Lanzan sus bolas, azules las de uno, rojas las del otro, lo más
cerca posible de la blanca. Este deporte paralímpico, con reglas muy
estrictas, es como una especie de petanca. «No vale cachondeo ni poner
nervioso al contrincante», les advierte el director del recurso, Iñigo
Urrutikoetxea.
</div>
<div class="p">
Félix y David se preparan, como otros más de cincuenta
deportistas discapacitados, para una jornada de deporte adaptado que se
celebrará en Bilbao hoy con ocasión del Día del Daño Cerebral Aquirido.
El evento está organizado por la Diputación Foral de Vizcaya, el
Hospital Aita Menni y la Asociación de afectados y familiares ATECE, con
delegación también en Gipuzkoa.
</div>
<div class="p">
Ninguno de los usuarios del centro de Donostia está
federado en deporte adaptado. «Lo hacemos como una actividad especial
para motivarles, animarles», explica Urrutikoetxea. Y la fisioterapeuta,
Arantzazu Álvarez, añade: «El deporte es bueno para todos. En este
caso, para estas personas, les sirve para saber comportarse ante una
normativa, para el aprendizaje y la memoria; y, físicamente, para la
fuerza y la coordinación». Pero hasta ahora «se había dejado un poco de
lado el deporte para ellos», lamenta.
</div>
<div class="p">
En otra sala del centro, Jesús, Ibane, Oskar, David,
Ainara y Peio juegan al voley globo, unos de pie y otros sentados en
silla de ruedas. Llevan «horas de entrenamiento, aunque aquí se trata de
algo más participativo. A Bilbao vamos a ganar», afirma Arantzazu con
una sonrisa. El cartel que preside la estancia dice <i class="i">Aupa Aita Menni. Donostia aurrera</i>. De aquí irán a Bilbao cinco practicantes de Boccia y seis de volei adaptado.
</div>
<div class="p">
<b class="strong">«Si tuerces, retrocedes» </b>
</div>
<div class="p">
Oskar cree que la experiencia será «subir de nivel». Sabe
que tiene que ir «recto» en su esfuerzo por recuperar y mantener sus
funciones. «Si te tuerces, retrocedes. En mi vida anterior, me torcí y
tuve el accidente». Fue el 23 de noviembre de 1997, a primera hora de la
mañana. Conducía otro. Oskar iba dormido cuando sucedió. De los cuatro
ocupantes del vehículo, dos murieron. Volvían de haber estado de fiesta
por Navarra.
</div>
<div class="p">
Tras el brutal golpe en la cabeza, Oskar pasó dos meses
en coma profundo y muchos más en estado vegetativo, pero todo eso se lo
han contado. Perdió completamente la movilidad. «Estaba muerto»,
describe. Primero estuvo en el hospital Virgen del Camino, en Navarra,
donde decían que «si salía adelante, quedaría como un vegetal. Pero
ahora no paro quieto», dice con su habitual optimismo. «Por eso salí
bien del coma. Si hubiera sido negativo, estaría bajo tierra». Lleva en
el centro de día de Aita Menni desde su apertura. En estos siete años,
siempre atendido por el amplio equipo de especialistas para sus
problemas, ha ganado autonomía, según confirma Arantzazu.
</div>
<div class="p">
Oskar insiste en que «hay que tomárselo con humor y con
calma. Mejor despacio y con buena letra, para no torcerse». En el
centro, además de voley, hace manualidades, figuras y cuadros, usa el
ordenador y los martes y los miércoles aprende a cocinar, para echar una
mano a su madre. «Ella vive conmigo», establece.
</div>
<div class="p">
<b class="strong">«Galán de telenovela» </b>
</div>
<div class="p">
Félix también tiene buen humor. Este hernaniarra de 32
años se ríe con su nombre «de galán de telenovela»: Félix Enrique, y,
por apellidos, Miguel Lorenzo. Su historia no es muy distinta de la de
Oskar: también venía de Navarra cuando sufrió un accidente. El suyo fue
en diciembre de 1999. Habían ido dos amigos a por un billete de lotería.
El otro, que conducía, se recuperó en dos o tres meses.
</div>
<div class="p">
Félix estuvo «unos dos meses en coma» en Pamplona. Le han
contado que, una vez hubo recuperado la consciencia, se alegró mucho
cuando le llevaron a su perro Xandor, que sigue con él y sus padres, y a
partir de ese momento empezó a estar «más despierto». Tras un año en la
capital navarra, pasó por la Unidad de Daño cerebral del Hospital de
Aita Menni en Arrasate y por el centro de ATECE en Intxaurrondo antes de
estrenar el centro de día de Donostia en 2002, exactamente igual que
Oskar.
</div>
<div class="p">
Cuando llegó, Félix necesitaba un andador, pero ahora se
desplaza por interiores con un bastón tetrapodal y «con seguridad»,
señala Arantzazu. Felix añade, medio en broma, medio en serio: «No sé si
he mejorado mucho, pero por lo menos lo he intentado». Para exteriores,
necesita silla de ruedas y la ayuda de otra persona. Ha hecho esquí
adaptado y, como el resto de los usuarios, se ha bañado en La Concha con
las muletas anfibias. Le habría gustado que la competición de hoy fuera
de bicicleta estática, pues la usa todos los días, en su casa y en el
centro.
</div>
<div class="p">
Allí le enseñaron a usar el ordenador y el móvil. La
agenda de este último le viene muy bien por la alteración de su memoria.
«Se me olvidan un poco las cosas, pero generalmente, recuerdo bien».
También confecciona un álbum con fotos, notas y documentos que le ayudan
a revivir su pasado reciente. Hoy le gustaría escribir «que hemos
arrasado, que no hemos tenido piedad con ellos. Ellos están más metidos
en el tema, supongo que lo harán mejor, pero no vamos a acobardarnos».
Porque nunca lo hacen.
</div>
</div>
</div>
</div>
Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-87543626955346408472013-02-12T05:55:00.001-08:002013-02-12T05:55:40.018-08:00El combate de NandoSegunda parte del reportaje 'La segunda vida de Estitxu y Nando', publicado por EL DIARIO VASCO en octubre de 2008<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyWB_ks1KK2eTS-uv-IRuqBs_WnpT4t0uHaT8YUER8cTd1Be3JJOwLQXFMirG9_gMMV4SdCrMXCxs-ytd_GodeA4aWKJK_Kb3MA0jQwLsXcZsIDUReJJkAniTBHJK-purOwBjtLKG2-8Y/s1600/nando.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyWB_ks1KK2eTS-uv-IRuqBs_WnpT4t0uHaT8YUER8cTd1Be3JJOwLQXFMirG9_gMMV4SdCrMXCxs-ytd_GodeA4aWKJK_Kb3MA0jQwLsXcZsIDUReJJkAniTBHJK-purOwBjtLKG2-8Y/s320/nando.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="p">
<strong class="strong">El combate de Nando </strong>
</div>
<div class="p">
«Una vida salvada merece ser vivida». Es el lema de
ATECE, asociación de afectados de Daño Cerebral Adquirido de Gipuzkoa. A ella pertenece Nando de Sosa,
hernaniarra de 57 años. Su combate comenzó también en mayo de 1998,
cuando sufrió un derrame cerebral mientras ejercía su profesión,
electricista, en Lazkao. Las fuerzas abandonaron el lado derecho de su
cuerpo y perdió el habla, pero llegó consciente al hospital de
Zumarraga, donde cayó en coma. Los médicos no esperaban que
sobreviviese, pero no contaban con el carácter de este antiguo jugador
de rugby.</div>
<div class="p">
Despertó doce horas después en la UVI del Hospital
Donostia, donde también se encontraba Estitxu, de quien después se haría
amigo. Nando abrió los ojos, pero no sabía quién era ni dónde se
encontraba, no podía hablar ni moverse y no reconoció a su mujer,
Lourdes, ni a su familia. Estuvo en ese estado durante un mes.</div>
<div class="p">
A los tres meses, soltó su primera palabra: «¡Hostia!»,
cuando su mujer y un amigo le estaban «agobiando» a base de preguntas.
Después pasó ocho semanas sin decir nada, pero consiguió recuperar el
habla, aunque le cuesta y en ocasiones pierde el hilo por el deterioro
de su memoria. Pero se defiende, «gracias a las logopedas de ATECE», que
le han enseñado «a hablar con tranquilidad».</div>
<div class="p">
Sufre una hemiplejia, es decir, una inmovilidad en la
mitad de su cuerpo, en su caso la derecha, porque el derrame afectó al
lado izquierdo de su cerebro, como evidencia un hoyo en ese lado de la
cabeza. Necesita una muleta para caminar, pero lo hace todos los días.
Le costó mucho hacerse zurdo, pero a día de hoy escribe «mejor» con su
mano útil que antes con la diestra.</div>
<div class="p">
También pinta, en el centro de ATECE, donde ha aprendido a
usar el ordenador, y los viernes va a la piscina con el resto de
usuarios. Lo que más añora de su vida anterior es «trabajar y pensar con
claridad».</div>
<div class="p">
Pero no tiene, en cambio, que echar de menos a nadie.
Nando es «uno más» de la misma cuadrilla de toda la vida, con la que
viaja a las Landas en Semana Santa, aunque llevan «tres o cuatro años
sin ir». También va de vacaciones con Lourdes, «alguna vez», a
Fuengirola, y ha vuelto «encantado» de Granada, a donde lo llevó ATECE
en mayo.</div>
<div class="p">
Nando protesta contra la conducción brusca de los
autobuses, que amenaza con tirar a las personas que, como él, carecen de
estabilidad. Además, critica que paran «a un metro» de la acera y pide
que los inclinen para que puedan bajar discapacitados como él y mayores.
Pero no se limita a protestar verbalmente. Saca fotos de los coches
aparcados indebidamente en las plazas para discapacitados y en los pasos
de cebra y planea una exposición. «Con matrículas», advierte.</div>
Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-73062483707407719582013-02-12T03:44:00.000-08:002013-02-12T03:46:21.781-08:00La segunda vida de Estitxu<div class="grouphead">
<div class="overhead">
<h4>
</h4>
</div>
<div class="headline">
<div class="ln" id="story-titulo">
<h1>
<a href="http://www.diariovasco.com/20081026/al-dia-local/segunda-vida-estitxu-nando-20081026.html" target="_self">La segunda vida de Estitxu y Nando</a>
</h1>
</div>
</div>
<div class="subhead">
<div class="ln" id="story-subtitulo">
El daño cerebral adquirido afecta a
unos 11.000 vascos, pero la red de rehabilitación es mínima. Dos
afectados explican su experiencia desde que volvieron a nacer </div>
</div>
</div>
<div class="date">
</div>
<br />
<br />
<div class="clear">
</div>
<div class="pbox">
</div>
<div class="barhead">
<div class="ln" id="story-entradilla">
</div>
</div>
<div class="p">
<b class="strong">DV. </b>Estitxu Amador tenía 25 años en
1998, cuando ejercía su profesión, ingeniera informática, en Madrid,
donde vivía con su novio Santi y sus tres gatos. Le gustaba leer,
correr, patinar, nadar... Tenía la carrera de música, tocaba el txistu y
daba clases. Hablaba «perfectamente» euskera y francés. Había
aprovechado bien un cuarto de siglo y tenía toda la vida por delante.</div>
<div class="p">
José Manuel habla de su hija con orgullo de padre,
mientras la acercan a la mesa en su silla de ruedas. Estitxu tiene la
cabeza gacha y el rostro inexpresivo. «Eh, joven, ¿esa carita?», le
insta su padre, y ella la levanta y sonríe como puede, más con sus ojos
que con sus labios.</div>
<div class="p">
En el puente de mayo de 1998, Estitxu estaba en casa de
sus padres en Donostia. De repente, se agarró la cabeza, exclamó 'qué
dolor', «y ahí se acabó. Perdió la consciencia y se le volvieron los
ojos». José Manuel recuerda el momento de la hemorragia cerebral y ella
sufre al oírle. Tras debatirse entre la vida y la muerte, volvió a
nacer. «Un día abrió los ojillos, y poco a poco fuimos viviendo».
Comenzaron a comunicarse con parpadeos: uno, «sí»; dos, «no». Así
descubrieron que su cabeza estaba «bien». Santi no estaba allí.</div>
<div class="p">
Estitxu padece daño cerebral adquirido (DCA), es decir,
una lesión en el órgano más importante del cuerpo y que coordina todos
los demás. Sus causas principales son los accidentes que provocan
traumatismos craneoencefálicos y los ataques cerebrales, también
llamados ictus, primera causa de muerte entre las mujeres y segunda en
los hombres.</div>
<div class="p">
Muchas personas sobreviven a esos episodios con secuelas
que varían según la zona del cerebro dañada. Puede afectar a la
movilidad, los sentidos, la comunicación, la inteligencia, la atención,
la memoria, las emociones y la conducta. El epidemiólogo Javier Mar ha
calculado que alrededor de 11.000 vascos sufren discapacidad en la
actualidad por el DCA.</div>
<div class="p">
<b class="strong">Dependiente </b>
</div>
<div class="p">
Estitxu ha perdido, aunque no en su totalidad, la
movilidad de brazos y piernas. Hay que llevarla al baño, desplazarla,
partirle la comida, asearla... «Está estabilizada y no se esperan
cambios», informa el responsable del centro de día de Aita Menni en
Donostia, el psicólogo Iñigo Urrutikoetxea. También señala que su
consciencia, su atención y su memoria están «relativamente preservadas».</div>
<div class="p">
Con el ordenador del centro, Estitxu sólo necesita tiempo
para comunicarse. El segundero del reloj, sobre la mesa, recuerda su
paso con varios latidos entre clic y clic del ratón con el que ella
señala letras en la pantalla. Escribe mayúsculas, tildes, puntúa bien y
corrige las erratas. Después, manda a la máquina que lo diga por ella.</div>
<div class="p">
Así, Estitxu explica que, cuando se dio cuenta de que no
se podía mover, sintió como si se hubiera terminado su vida. «No fue
así, afortunadamente», interviene José Manuel, siempre sonriente, porque
casi pierde a una hija. Ella continúa: durante cuatro años, conservó la
esperanza de volver a moverse, pero en 2002, en Barcelona, tras
operarle, le dijeron que no podían hacer más. Aquello fue «más duro», si
cabe, que despertarse tras el ataque.</div>
<div class="p">
«Me gustaría enormemente poder volver a ser quien yo
era», escribe. Lo que más echa de menos es su autonomía, poder hablar y
andar por sí misma, que es lo que hace en sus sueños. Sufre mucha
ansiedad, confinada dentro de su cuerpo inerte.</div>
<div class="p">
Viaja con sus padres. El lugar que más le ha gustado es
la Alhambra granadina y volvería a Cuba. Pero en casa es «feliz». Le
gusta la televisión, sobre todo el concurso <i class="i">Pasapalabra</i>.
Escucha a Queen y George Michael. En el centro, lo que más le place es
la comida, la siesta y el ordenador. Sus amigos de antes siguen con su
vida y a veces le visitan.</div>
<div class="p">
Santi reapareció cuatro años después del accidente. Llama
la atención ese retorno tardío tras su ausencia inicial. «Pero él era, y
sigue siendo, mi novio», escribe Estitxu en un cuaderno, y lo subraya
con una mirada feliz que no admite dudas. Se mandan correos y poco
importa que no se hayan visto en los últimos cinco años. Ella lo ve por
las noches en sus sueños, en los que incluso se han casado. Después,
despierta, la traen al centro, y a vivir, día a día. «Qué remedio», dice
con un hilo de voz, mientras sonríe con sus ojos azules.</div>
<div class="p">
</div>
<div class="p">
Próximamente, La segunda vida de Nando </div>
Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-71463938198013622042013-02-12T01:17:00.000-08:002013-02-12T01:17:15.111-08:00Flores en la carretera - La sonrisa de RubénFinal del reportaje 'Flores en la carretera' publicado por EL DIARIO VASCO en enero de 2008. <br />
<br />
<h2>
«Recuerdo a mi hijo siempre sonriente»</h2>
<br />Rubén Arrieta contaba 19 años cuando falleció por accidente sin
salir de su pueblo, Zarautz, el 7 de agosto de 2005. «Siempre decía que
iba a morir en moto, pero nunca pensé...», recuerda su madre, Luisa
Morilla. El joven chocó con su motocicleta contra un automóvil cuya
conductora, joven y principiante, había realizado una maniobra indebida,
«un error que puede cometer cualquiera. Sin embargo, José, el padre de
Rubén, la culpa. Ha sufrido mucho, como mi madre y el pequeño, Joseba,
que ahora empieza a remontar».<br />
<br />Luisa vela por que siempre haya flores en el lugar donde murió
Rubén. «Como madre, hay un antes y un después». Llora serena mientras
cuenta su historia. «Es como si te pusieran una losa encima de la
cabeza». Le consuela que «fue muy feliz toda su vida. Viajó mucho, tuvo
el amor de una chica... Vivió cosas que mucha gente con 60 no ha vivido.
Era muy inteligente. Hubo una etapa en la que no quería estudiar, pero
cuando murió estaba a punto de acabar el bachiller».<br />
<br />«Se proponía ser piloto, la aviación era su pasión. En un vuelo, le
dejaron entrar en la cabina y el capitán dijo que era el aficionado que
había conocido que más sabía de aviones. Era un manitas y trabajaba en
un bar. Lo recuerdo siempre sonriente y muy alegre. El último día fue
muy especial, bonito y entrañable, y lo siento como una despedida. Le
decía todos los días que lo quería. Hay que decirlo».<br />
<br />Rubén murió a las 10.50 horas, y Luisa se sintió indispuesta a las
11, cuando estaba en Donostia con su pareja, Óscar. A las 12 les
informaron del accidente. Camino de Zarautz, Luisa intuyó lo peor:
«Rubén ha muerto», y el «frío, el vacío y el dolor» se apoderaron de
ella. <br />
<br />«Es un dolor con el que hay que aprender a vivir. Tengo una madre,
una pareja y un hijo que también me necesitan. Vivo el día a día. Siento
la falta de mi hijo, no la muerte, porque creo que hay una vida mejor
después de esta. Todos los días hablo de Rubén, lo lloro y río con él, y
también a diario pido a Dios que no se lleve a Joseba --siento miedo
cuando suena el teléfono".<br />
<br />
"Rubén está conmigo. Siempre busco una estrella
en el cielo y la encuentro antes de llegar a Zarautz. Sueño con él, que
siempre se ríe, y me da mucha paz». Un avión surca el cielo. Luisa lo
mira complacida. «Mira, ahí va».Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-27660704394669244232013-02-11T01:07:00.000-08:002013-02-11T01:07:03.080-08:00Flores en la carretera - En el nombre del hijoContinúo reproduciendo el reportaje 'Flores en la carretera' publicado por EL DIARIO VASCO en enero de 2008.<br />
<br />
<h2>
«¿Por quién luchar si no es por un hijo?»</h2>
<br />La frontera que separa el accidente del homicidio la fijó un juez en
el siguiente caso. El culpable, Laurent Marcel P. M., transportaba 872
kilogramos de hachís por la A-8, a la altura de Itziar, en un Touareg
blindado. Avistó un control de la Guardia Civil, dio media vuelta y huyó
en dirección contraria. A lo largo de 7 kilómetros, la suerte sonrió a
varios conductores. Iosu Trujillo y Teresa Ruiz, sin embargo, no
pudieron esquivarlo.<br />
<br />Era medianoche del 18 de febrero de 2005. Las víctimas contaban 33 y
35 años, respectivamente. La parte delantera del Rover 45 que conducían
quedó completamente destruida. El habitáculo interior del Touareg, en
cambio, resultó intacto. Laurent Marcel fue condenado a 15 años de
prisión.<br />
<br />La Ertzaintza consiguió dar con el padre de Iosu, José Luis, a las
nueve de la mañana. El estrés que le causó la noticia le reventó el oído
derecho, pero no se dio cuenta hasta dos semanas después, gracias al
teléfono. Ahora está a la espera de una operación para recuperar la
audición.<br />
<br />Tenían una relación muy estrecha -«era amigo además de hijo»- que no
se ha interrumpido. José Luis lleva el reloj de Iosu, y usa
habitualmente ropa del «chaval». «No he acudido a ningún psicólogo
porque ya sé lo que tengo. Al chaval de la cabeza no me lo puedo quitar.
Estoy viviendo siempre con él». Asegura que no se siente «la misma
persona» y que ha perdido la tranquilidad, pero por lo menos ha
conseguido dormir mejor y sin pastillas.<br />
<br />Este mecánico jubilado honra la memoria de su hijo. «Era un chaval
majísimo. Era como son las personas». A los 23 años, Iosu, cuya
inteligencia deslumbraba a compañeros y profesores, se convirtió en el
ingeniero número uno de su promoción. Por aquel entonces falleció su
madre, Lucía Vidán, por la que se desvivía. «Tras el accidente me
decían: 'menos mal que no vive Lucía'».<br />
<br />Iosu era muy apreciado por sus compañeros, entre ellos su hermano
José Luis. Fue un año campeón del interpueblos de pelota, deporte que
practicaba en el pueblo de su madre, Alda, en Álava, donde le tributaron
un homenaje el pasado 24 de noviembre. También era un «excelente»
conductor. José Luis siempre lo dejaba conducir porque «era mucho más
responsable. Jamás había tenido un accidente. Además, era abstemio».<br />
<br />Teresa y Iosu se conocieron en San Fermín tres años antes del
accidente. En 2005, residían en Altza y ella era matrona en el Hospital
Donostia. Además, trabajaba como cooperante en verano. Planeaban
casarse, y a Iosu se le notaba encantado con la primera hija de su otra
hermana, Jaione -«a la segunda no la ha conocido». El abogado Miguel
Alonso los definió como «personas válidas en la sociedad».<br />
<br />Cuando José Luis anunció que se iba a personar en el juicio contra
el traficante, le advirtieron que le iba a costar dinero. «Como si me
tengo que arruinar. Si no es por un hijo, ¿por quién vas a luchar?».
Pero no guarda rencor a Laurent Marcel. «Tenía la misma edad y le
esperan muchos años de cárcel. No puedo evitar sentir pena por él aunque
me haya matado al hijo».<br />
Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-7941101211938984532013-02-10T01:25:00.004-08:002013-02-10T01:27:30.666-08:00Flores en la carretera - No fue un accidenteReportaje publicado por EL DIARIO VASCO en enero de 2008<br />
<br />
<div class="headline">
<div class="ln" id="story-titulo">
<h2>
Flores en la carretera</h2>
</div>
</div>
<div class="subhead">
<div class="ln" id="story-subtitulo">
<h3>
La carretera y la violencia vial
se cobran vidas y marcan otras. Los familiares honran a sus víctimas con
el recuerdo y la lucha por la justicia. Así lo hacen tres familias que
han sufrido esta amarga experiencia</h3>
<h3>
</h3>
</div>
</div>
<div class="date">
</div>
<div class="text">
<div class="barhead">
<div class="ln" id="story-entradilla">
</div>
</div>
<div class="p" id="story-texto">
SAN SEBASTIÁN. DV. Euskadi registró 70
fallecidos en accidentes de tráfico en 2007, lo que supone un descenso
del 18,6% respecto a los 86 decesos registrados el año anterior. Unas
cifras que sólo tienen en cuenta a los fallecidos en vías interurbanas
en las primeras 24 horas tras el choque, y que no distinguen entre
accidentes, casuales, y los que no son fruto del azar, sino directamente
imputables a conductores temerarios. Hay que considerar el descenso,
pero sin perder de vista que esa cifra incompleta computa dramas como
los que narran Josetxo, José Luis y Luisa.<br />
<br />
<h3>
«No fue un accidente, sino un asesinato»</h3>
<br />
El primer accidente mortal de 2007 en Gipuzkoa sucedió la media
noche entre el 1 y el 2 de enero. Cinco miembros de una misma familia
circulaban cerca de su pueblo, Hernani, cuando llegaron a un cambio de
rasante sin visibilidad donde la velocidad máxima es de 70. De
improviso, los embistió otro automóvil a gran velocidad. Su vehículo
pasó de 70 a 0 en un instante, giró 180 grados y retrocedió cinco
metros. El otro recorrió 15 metros más, con el motor haciendo de ancla.<br />
<br />
Ángel Lázaro, el aitona, falleció al volante. Su nieta Haizea
Etxeberria, de cuatro años, sufrió un traumatismo cerebral interno.
Entró en la UCI de Pediatría del Hospital Donostia en brazos de su
padre, Josetxo, que también se había llevado lo suyo: politraumatismo
óseo y muscular completo sin fracturas, que implicó desgarros en toda la
musculatura, inflamación de todos los huesos, costillas flotantes y
aplastamiento de la quinta vértebra lumbar, con un hematoma en la médula
espinal que le impidió sentir de cintura para abajo durante días.<br />
<br />
Su esposa Susana Lázaro y su suegra Aurora Pérez tampoco salieron
mejor paradas. Entre otras lesiones, ambas se rompieron fémur izquierdo y
cadera; además, la segunda sufrió la fractura de ambos húmeros,
esternón y pleura, y también entró en la UCI. A las cinco de la mañana,
la pediatra solicitó a Susana y Josetxo su permiso para donar los
órganos de Haizea en caso de muerte, dada su extrema gravedad.
Consintieron y a las siete se pusieron en contacto con abogados, a los
que trasladaron una sospecha: no había sido un accidente.<br />
<br />
Haizea salió de peligro el día 8; Aurora, a las dos semanas. La
familia recuerda indignada que, si hubieran muerto más de 24 horas
después del choque, no habrían figurado en las estadísticas. Ninguno
pudo asistir al entierro de Ángel, ni tampoco sumirse en el dolor: se
impuso recuperarse y hacer frente a la adversidad. El 20 de enero, la
Ertzaintza les notificó que el «agresor» dio 2,5 gramos de alcohol por
litro de sangre. Más adelante, contrataron un perito que calculó la
velocidad del «asesino al volante»: 144 kilómetros por hora en un tramo
con un máximo de 70. «Los gritos de Haizea me impactaron tanto que hasta
agosto no soportaba oírla llorar», recuerda Josetxo. «Pero no quiero
olvidar nunca la imagen de mi hija medio muerta en mis brazos porque es
lo que me da fuerzas para reivindicar que esto no vuelva a pasar.
Tampoco podemos traicionar la memoria de Ángel. No fue un accidente,
sino un asesinato en toda regla. He convertido en la causa de mi vida,
mi cruzada, que el agresor sufra una pena proporcional, que cargue con
las consecuencias de sus actos, para que se lo piensen dos veces.
Contratan el seguro para matar gente, destrozar familias y evitar la
cárcel».<br />
<br />
«No nos van a comprar con dinero -que no llegue, es otro tema-.
Exigimos responsabilidades penales. Llegaremos hasta el final»,
advierten, al igual que admiten que la situación económica es
«insostenible». Han pedido dos créditos y no pueden calcular cuánto han
adelantado, entre tratamientos -tras el alta con secuelas-,
rehabilitación, traslados, cambios de domicilio y obras para adaptarlos,
contratación de asistentes. Pero ni Josetxo ni Susana han repuesto las
gafas deterioradas en el accidente. «Es cuestión de prioridades», como
la de contratar al perito.<br />
<br />
Agradecen a todo el personal de la planta tercera de Traumatología y
la UCI de Pediatría del Hospital Donostia que se volcaran en su caso
-«no hay palabras». Sin olvidar a familiares, amigos y vecinos, sin cuya
ayuda no habrían podido salir adelante, ya que no podían cuidar unos de
otros, dados los diversos grados de discapacidad y dependencia. «Este
sufrimiento no se puede pagar con dinero». Para muestra de lo que les
espera todavía, Susana, a sus 34 años, ya padece artrosis degenerativa.<br />
<br />
«Si mi hija hubiera muerto, no habría tenido fuerzas para seguir
adelante. Empecé a andar para no quedarme en silla de ruedas y cuidar de
ella», revela Josetxo. Haizea superó la lesión cerebral sin secuelas
aparentes -«ahora es la que mejor está»-, y a sus 5 años también lo
tiene claro: «Aita, cuéntalo para que no nos vuelva a pasar».</div>
<div class="p" id="story-texto">
</div>
<div class="p" id="story-texto">
</div>
<div class="p" id="story-texto">
(Continuará)</div>
</div>
Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-3791382336728872082013-02-02T03:21:00.001-08:002013-02-02T03:21:34.270-08:00Perder las piernas en el trabajo<div class="p">
<span class="strong">Continúo reproduciendo el reportaje "No podrán con nosotros" publicado por EL DIARIO VASCO en 2009</span><strong class="strong"> </strong></div>
<div class="p">
<h4>
<strong class="strong"><br /></strong></h4>
</div>
<h3>
</h3>
<div class="p">
<h3>
<strong class="strong">«Echo de menos poder valerme por mí mismo» </strong>
</h3>
</div>
<div class="p">
Abede Akass nació en Marruecos en 1979. Vino a España en
2000, aunque un mes después hizo una visita a su país de origen para
casarse con su mujer, que se quedaría allí. Durante siete años, Akass
desempeñó distintos trabajos, primero en Galicia y luego aquí en Gipuzkoa.</div>
<div class="p">
En 2007, Abede vivía en Aretxabaleta y trabajaba en una
chatarrería local. El 31 de octubre de aquel año, la máquina que
aplastaba el cartón se atascó. El joven se acercó para solucionar el
problema. El aparato se puso en marcha de golpe, le atrapó ambas piernas
y todo se hizo dolor. Se las arrancó casi hasta las rodillas. No perdió
el conocimiento y los minutos se hicieron eternos mientras lo
trasladaban al hospital comarcal de Arrasate.</div>
<div class="p">
En la cama del hospital, con su familia en Marruecos,
Abede quedó «abandonado en manos de Dios». A los pocos días, lo
trasladaron al Hospital de Santiago en Vitoria, y más tarde al de San
José, en la misma ciudad y de la mutua Mutualia. El joven pasó un mes
«muy largo y complicado, el más duro» de su vida, dominado por la
soledad, la angustia y el dolor de los miembros que ya no tenía.</div>
<div class="p">
Al mes del accidente, Mutualia, a la que Abede está muy
agradecido, trajo a sus padres y a su mujer desde Marruecos. El
reencuentro fue un choque de sentimientos encontrados. La satisfacción
del paciente, por fin con los suyos, se estrellaba contra el sufrimiento
de unos padres que tenían ante sus ojos bañados de lágrimas a su hijo
mutilado. Ellos tuvieron que regresar al país vecino, pero su esposa
pudo permanecer junto a Abede en Vitoria, donde se quedaron por ser una
ciudad mejor adaptada a sus problemas de movilidad. Los siete años de
trabajo de Akass en España sirvieron para que la pareja pudiera vivir con sus ahorros. Ella no podía ponerse a trabajr porque él necesita asistencia continua. El tema de la pensión
«está en manos de los profesionales». Todavía no saben «nada» de las
ayudas de la Ley de Dependencia solicitadas.</div>
<div class="p">
Abede tiene que luchar todos los días, física y
mentalmente. «Lo paso mal, no vamos a mentir». Hace rehabilitación de
lunes a viernes, aunque a veces no le apetezca tras «darle vueltas»
enfermizas a la cabeza. Con las prótesis que le compró la mutua y las
muletas, puede andar algo, «¿y sabe cuánto?: 1.350 metros, pero llega a
casa «cosido por el calor» y se las quita con los muñones ardiendo. Una
vez allí, necesita ayuda hasta para lo más básico. Confiesa que más de
una madrugada se ha hecho sus necesidades encima al no conseguir ponerse
las prótesis para llegar al baño.</div>
Abede añora «la vida, poder valerme por mí mismo, poder
andar como los demás, subir al monte, nadar. El trabajo no; ahora, tras
lo que me ha pasado, lo odio».Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-69590168945009994332013-01-28T10:32:00.000-08:002013-01-28T10:32:02.195-08:00Con la yugular cortada<a href="http://www.diariovasco.com/20090428/economia/podran-nosotros-20090428.html" target="_blank">FUENTE. diariovasco.com</a><br /><div class="p">
Gustavo había trabajado cinco
años como tornero hasta mayo de 2008, cuando llevaba tres meses
como empleado temporal en una empresa ubicada en el polígono de
Etxebarri de la capital vizcaína. Sabía que las virutas de hierro que
despide el torno queman, pero no que podía pasar lo que le ocurrió. Por
eso no exigió una mampara que le protegiera en el torno vertical que
manejaba, del que los sobrantes de la pieza salen disparados en un arco
de 360 grados.</div>
<div class="p">
El primer aviso le entró en el ojo en forma de viruta
pese a que llevaba puestas las gafas de protección. Dos semanas después,
otra se le clavó detrás de la rodilla y sangró abundantemente. A la
semana del segundo percance, una tercera viruta salió disparada y le
cortó la yugular. Fue el 3 de junio de 2008. Perdió el
conocimiento y no sabe cuántos litros de sangre. En su cuerpo llegó a
haber un 30% de oxígeno, cuando con menos de 80 ya aparecen secuelas.
Los médicos no esperaban que sobreviviera.</div>
<div class="p">
Cuando estaba en coma en el hospital de Cruces, sufrió
una trombosis en la pierna. Llamaron a su madre a las tres de la
madrugada para que fuera, pero no le dijeron por qué. Ella creyó que su
hijo había muerto.</div>
<div class="p">
Pero Gustavo sobrevivió y despertó tras doce días en
coma. «¿Qué hago aquí?». Le contaron lo que le había pasado.
«Imposible», contestó. No se creía que una viruta le pudiera atravesar.
Su pierna no se recuperó tras la trombosis. Cuando me contó su historia, habían pasado diez meses desde el accidente. Tenía que llevar muletas
y a pesar de los diez meses de rehabilitación no había conseguido restablecer la
movilidad de su pie ni situarlo bien para poder apoyarlo. Por eso, el lunes 27 de abril de 2009 le operaron en Barcelona para fijarlo en 90 grados. Le dijeron que no tendría movilidad, pero podría pisar con él.</div>
<div class="p">
Un encargado de la empresa fue a verle al hospital. «Creo
que para la foto», sospecha. «Después, no me llamaron ni una sola
vez. No demostraron ni un poco de humanidad. Como dice todo el mundo,
para ellos somos un número. Por eso le dije al abogado que a por
ellos».</div>
<div class="p">
Aunque para Gustavo la indemnización era «secundaria»,
porque lo que quería es «buscar trabajo como una persona normal. Me gusta ganarme
el pan. Pero el torno, ahora, me da miedo». En la empresa lo han
cubierto con una mampara «perfecta que vale 60 euros».</div>
<div class="p">
Una vez se encontró con el cirujano que le
abrió la pierna cuando estaba en coma. «Qué alegría de vernos -le dijo
el médico--. Todavía es el día en que alucinamos de que estés vivo».</div>
<div class="p">
</div>
<div class="p">
Gustavo es una de las muchas personas que conocí gracias a mi trabajo de periodista y a de las que no he sabido nada después. Espero que recordar su historia sirva para que se extremen las precauciones en todos los puestos de trabajo.</div>
Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-32115127552807367562011-01-02T13:54:00.000-08:002013-09-18T11:42:58.690-07:00El camello arrepentido<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguU_NWyzrWcl3dj-aYS0pn_rT0iZSlyfoyEPnyiX1q-gjDngRyvcMfzLrEboh6_wlC39fVwvfs9kvJHjZ6Zwzk18eOSrg_CeTOchsco81aZ2r9P59lHyug_jpY8w_CfPgtuyXR6jdE2Dk/s1600/5202cocaina.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguU_NWyzrWcl3dj-aYS0pn_rT0iZSlyfoyEPnyiX1q-gjDngRyvcMfzLrEboh6_wlC39fVwvfs9kvJHjZ6Zwzk18eOSrg_CeTOchsco81aZ2r9P59lHyug_jpY8w_CfPgtuyXR6jdE2Dk/s320/5202cocaina.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;"><br />
</span></div>
<br /><br />Farke tenía tanto dinero, según él, que “no lo podía gastar”. Así que no se le ocurrió otra cosa que sacar mil doscientos euros, tirarlos al suelo y pisotearlos delante de cien personas. Eso fue en 2009 y le supuso ingresar en el psiquiátrico y un diagnóstico de trastorno bipolar en el que se reconoce. “Me he sentido el dueño del mundo sin tener una mierda”. Aunque todavía le queda dinero, que califica de “sucio” por su procedencia. En sus tres ingresos psiquiátricos, gracias a conocer a otros pacientes, ha comprendido el daño que hizo vendiendo a otras personas lo que él mismo no consumía: cocaína, también llamada farlopa, y ketamina. De ahí su apodo, Farke.<br />Los ingresos también le han servido para reflexionar sobre sí mismo. “Al principio no sabía por qué hice eso con aquel dinero, pero luego me di cuenta de que lo hice porque no me daba la felicidad”.<br />Y ha descubierto que tiene “tesoros”. Uno es su madre, que está al otro lado del atlántico, y a la que fue a visitar tras su primer ingreso, como volverá a hacerlo pronto. Los otros dos los ha descubierto más recientemente, y son su padre y su hermano. “No me daba cuenta porque los tenía al lado”.<br />La experiencia de los ingresos no ha sido fácil. En el primero estuvo atado un mes. Primero le ataron de una mano, pero tiraba la comida. Y cuando le sujetaron ambas extremidades, comenzó a quitarse la sonda con los dientes. Pasaba las noches gritando por su situación, “como el perro que no dejan salir de casa y se vuelve agresivo”. Además de los sedantes que no doblegaban sus ansias de libertad, a Juan David le inyectaban otra droga para evitar los trombos que se podían formar en sus vasos sanguíneos al estar siempre tumbado.<br />“Menuda vida para contar”, interviene Tania. “Pues espera a lo que va a venir”, contesta él con una amplia sonrisa. Ella se fija en sus dientes, que acaba de descubrir “bonitos”. El informador necesita completar la entrevista y pregunta: “¿Qué va a venir?”. “Las muelas del juicio”, remata Juan David. Y tras las risas, el chico antes conocido como Farke anuncia el paso a “pensar en cosas grandes, en lo verdaderamente importante; concentrarse en lo prioritario”. Lo de ganarse la vida de otra manera se da por descontado.<span style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span>Paganoshttp://www.blogger.com/profile/14537573500994011796noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4503506550569570424.post-24123490277858617172010-12-05T02:21:00.000-08:002013-09-18T11:43:51.325-07:00La sangre de su madre en el pasillo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3U-8sPARcIc-kDNjcYnd9Q80KSws0pvXDg98R-o58gdo4B7lowmx3TmuwcrnA6fpccraOMntdm8A7N_M0qFLKtTuDpHlRYLjOywCpCxp6mD-QIaCo9wGKCGw81rg5G24XUefyv7HQxQQ/s1600/mas_sangre.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3U-8sPARcIc-kDNjcYnd9Q80KSws0pvXDg98R-o58gdo4B7lowmx3TmuwcrnA6fpccraOMntdm8A7N_M0qFLKtTuDpHlRYLjOywCpCxp6mD-QIaCo9wGKCGw81rg5G24XUefyv7HQxQQ/s1600/mas_sangre.jpg" /></a></div>
<br /><br />Félix no olvida la sangre de su madre en el pasillo cuando llegaba a casa de niño. “Los diez hermanos estamos todos de los nervios”. Recuerda para que no se repita. “Los hijos hacen lo que ven”. Él, nunca; jamás. “He llegado a dar un puñetazo a la pared por no golpear a mi hermano”. No obstante, ha terminado encerrado. “Pero eso ha sido por jilipollas”. Lo lleva bien. Además, su estancia no será muy larga.<br />No oculta que tuvo que “buscarse la vida” desde los trece años, aunque mayormente con la venta de mercadillo en mercadillo y “haciendo de todo”. Desde que lo expulsaron del colegio por romper el armario donde un profesor guardaba las revistas pornográficas que mostraba a los alumnos. No querían el material para ellos; era su manera de denunciarle. Pero prevaleció la palabra y la imagen de la autoridad frente a la de los chiquillos expulsados. “Siempre pagamos los mismos”, lamenta Félix.<br />Además, los niños tenían antecedentes. Habían metido culebras en el aula para que los echaran de clase antes, sin imaginar que algún día les echarían para siempre, ni encontrar comprensión en una casa sumida en el terror de “la dictadura” de su padre. “Para mí, el dictador era él, no Franco”.<br />Félix, como tantos otros, es un superviviente. Ha sobrevivido a la calle y a la enfermedad. Le quitaron un cáncer en el estómago hace doce años. Fue una operación a vida o muerte, antes de la cual hizo testamento. Le habían dado cinco años de vida, pero aquí sigue. Y sin haberse deprimido en su día con el diagnóstico, que acogió con resignación positiva. “Ya he vivido todo lo que tenía que haber vivido”, sigue afirmando a día de hoy.<br />Tal vez haya vivido demasiado. Y reconoce que está “aquí”, vivo, por amor. “Amor a mi madre”, señala, desde la asunción de que “los seres humanos necesitamos ser queridos y querer”. Ya ha hablado de su salud. El dinero, parece que no es su mayor preocupación, tal vez porque se ha acostumbrado a que no le sobre.<br />“Lo que más” le duele es que su hija le haya sacado de su vida, pero también lo ha aceptado. Sólo le ha pedido a ella un favor: que llame a su padre “si le ocurre alguna desgracia, para poder ayudarla”.<span style="font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11pt;"><br />
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<br /><br />Félix no oculta que ha falsificado recetas para sus maltrechos nervios. Recibe sin sorpresa la noticia de que otro hombre ha sido recientemente condenado a un año de prisión por llevarse una caja de Tranquimazin de una farmacia sin pagarla, pero también sin que se demostrara (ni siquiera por el vídeo de la cámara de seguridad) que llevara un arma. “Siempre pagamos los mismos”. Sabe que mucha gente le mira mal, y todavía se pregunta por qué. Rebeca interviene: “Por esto”, critica la joven frotando los dedos. Por el dinero. Él concede. Pero Félix está aquí por amor, y sobrelleva con tranquilidad su actual encierro, que se ha “buscado” él mismo, según sus propias palabras. “Por mi mala cabeza”.<br />Una cabeza tocada por el trauma infantil y los remordimientos. “El psicólogo me decía que mi mayor castigo es el que me aplico yo mismo cuando me siento sucio y mal”. Y aunque sepa que es así, tiene que citar al profesional para creérselo, porque no se termina de perdonar.<br />Félix es una persona que no deja de pensar en los demás. “No se hacen cargo de los hijos de maltratadores, y después la historia se repite. Que les den una educación, porque lo que se ve se termina haciendo. Yo me he dado cuenta y he podido pararlo”. Llama a las radios para contar su experiencia. Y recuerda otra vez que le ha dado a la pared por no pegar a su hermano. “Prefiero perder yo que joder a un hermano. Por eso estoy aquí, por jilipollas”.<br />Le dijera lo que le dijera el psicólogo, Félix sabe de donde viene. “Nunca me he considerado víctima de la sociedad, sino del hijo de puta de mi padre. La mayor dictadura no era Franco, era mi padre”. Pero Félix siempre volvía a casa. Para saber cómo estaba su madre, encontrar su rastro de sangre y “que la Guardia Civil (eran otros tiempos) te diga que algo habrá hecho”.<br />Félix no heredó la violencia, pero sí el alcoholismo. O “el sople”, como lo llama él. Y junto con esa adicción, la losa de “darse asco a uno mismo”. Ha acudido a Alcohólicos Anónimos, pero no le convence porque “todos los alcohólicos se basan en Dios”.<br />Habla poco de sí mismo, salvo para mostrar las consecuencias de su demonio particular, contra el que carga una y otra vez. “Hay que denunciar los malos tratos, no cruzarse de brazos”. Y lamenta “el machismo de las mujeres”, como el de aquella abuela que le advirtió: “Antes que llorar, con las tripas en la mano”. Sabe que los problemas de convivencia empiezan por la elección, “y ellas buscan un macho, no una persona”. Él continuará en su camino de ser cada día mejor persona, alguien distinto a quien convirtió su casa en un infierno. No sabemos cuánto pegaba a sus hijos. Ellos sólo veían, y todavía ven en sus recuerdos, el rastro de sangre de su madre.<span style="font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span><br />
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